Kings never Die © [Terminada]

Cap 46 [Dilo]

Ryan Evans.

Gruño cuando el impresionante malestar se apodera de mi alma, el sabor amargo se estanca en mi garganta cuando intento pasar saliva y me pregunto como cojones bebía tanto antes no es que tenga recuerdos de haber tenido resaca más allá de la inmensa sed que solía ahora con un poco más de alcohol pero esto es un asco.

No recuerdo siquiera cuando baje de la terraza.

—Jo-der —Aclaró la garganta sintiendo horrible me resfriare si no esque ya lo estoy y de ser así Beck me matara o algo peor se vengará.

—Suena de miedo.

Me aparto o almenos lo intento perdiendo mi alma en el camino, pánico y miedo puro

—Ryan calmate —Intento alejarme y me sujeta debajo de las matas que mierda hice. Joder. No no no no.—Nena soy yo quédate quie.....¡Joder Ryan no me golpes!

Cierne su cuerpo sobre el mío haciéndome sentir inmensamente pequeña bajo su cuerpo. Le miró completamente aturdida

—¿Eross? —Me congelo ¿Como?¿Por qué?¿Qué cojones? parpadeo totalmente atontada ¿sigo soñando?

—¿Te has calmado? —Indaga y asiento levemente. Se aparta después de dejar un corto beso sobre mis labios, le veo acomodarse contra el cabezal y soba su pectoral izquierdo—¿Por qué me golpeas?¿Estas bien? —Me mira de mala manera y yo intento conectar los hilos.

"¡Deberías largarte por donde viniste!"

"No debiste regresar."

"A qué cojones has vuelto Ryan Evans"

Su voz se reproduce en mi mente mientras le miro. Impulsandome a aceptar la oferta Russa y un par de botellas de tequila de por medio

—¿Ryan?

Sería capaz de...¿Vengarse de este modo? diduvito al entender que no llevo mas que mi bragas bajo la sudadera, sudadera que no llevaba ayer. Lo último que recuerdo fue subir a la terraza a mirar las estrellas. Me estrujó la mente tratando de recordar lo que llevaba puesto ayer. Qué ropa me puse cuando llegué a casa

—Ryan.

¿Tanto me odia?

Me levanto en un solo movimiento con intención de apartarme ¿Qué cojones está pasando aquí?

—Pero qué pasa contigo —Me devuelve a su cuerpo de un solo tirón haciendo que todo de vueltas

—No déjame esto...no..yo. —Suspiro sintiendo el inmenso dolor de cabeza. Me sujeta por las muñecas manteniéndome sobre su regazo —Joder yo..

—¿Resaca?—Indaga siendo dulce y por alguna extraña razón solo me asusta. Tira de mi manos para dejar un beso sobre mi pómulo—¿Puedes mirarme?