Kings never Die © [Terminada]

Cap 39 [Ausencia]

Eross Zabat.

—¡Dime donde esta maldición!—Levantó la voz—, dime donde cojones esta, para que pueda ir a ella! —Demandó por enésima vez.

—Sabes que no puedo hacerlo —Aclara calmada—, fue su decisión debes conformarte con saber que está bien Eross, se fue para estar bien. Deberías calmarte un poco —Termina ajustando sus gafas.

—No Amelia, ¡Dime donde esta! —Grito desesperado, calma para los pacientes, porque yo no puedo más, no sin ella, no si saber donde esta, como esta o si va a volver, Amelia suspira pesadamente

—Tú estuviste aquí la escuchaste, recuerdas, —Lo dice con obviedad y pensar en ese día, de saber que no la volvería a ver no hubiese dormido para evitar que me dejara. —Se marchó para evitar que las cosas empeorarán, eres consciente de eso.

La paz, la alegría y la felicidad que inundaba mi cuerpo se desvaneció junto a sus orbes.

⟻※⟼

La oficina de Amelia nunca ha sido acogedora es más siempre tuve la impresión de que era algo fría y poco personal, pero hoy el ambiente es gélido, llegamos hace unos 15 min y nos sumamos en un inmenso silencio que solo ella puede romper

—Han vuelto las voces —Ryan rompe el silencio con la vista perdida en el techo mientras yo estoy reclinado contra la puerta Amelia la mira confundida.

—¿Que vocês Anh?,

Suspira pesadamente y me mira de reojo un momento, algo en mi se estruja con fuerza.

—Cuando bebía, cuando deje la terapia, las voces aparecieron, o bueno la voz, mi voz —El tono frío en el que habla revuelve todo en mi interior.

—Anh explícate por favor, ¿Porque no hablamos de esto antes? ꟷSe nota lo mucho que desconcierta a Amelia la situación.

—Desaparecieron, cuando desperté en el hospital con Eross sujetando mi mano y limpia de alcohol, pensé —Su voz se llena de frustración—, pensé que solo fue algo que el alcohol traía, o que solo era mi conciencia tomando fuerza. —Vuelve a suspirar

—¿Pero volvieron? —Ella asiente con la cabeza—¿Cuando? —Niega en medio de un suspiro.—¿Cuando Anh?.

Mi corazón se acelera y conozco la respuesta que ella se niega a dar.

—Hace una semana —Afirmó convencido y sus ojos buscan los míos.—¿Cuando despertaste? —Indago y aprieta un poco los labios

Estoy seguro de que fue ese día, sus ojos dejaron de brillar ese día y asiente con la cabeza, suspiró frustrado, yo le hice esto.

—¿Qué dice la voz Anh?ꟷ aun no entiendo como Amelia puede permanecer tan tranquila cuando yo siento el desespero crecer en mi interior.