Todos tenemos una función en esta vida, lamentablemente... no siempre es una buena.
...
Desde que he nacido cumplo con la condena de lo que soy.
Lo pude confirmar cuando sobreviví en un bosque de mala muerte mientras escapaba de mi propia "familia"...
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Nadine
Se podría hasta considerar un hecho el que no soy de acatar las reglas. Tal vez no es la mejor conducta pero, de vez en cuando, me da completamente igual.
Camino por el angosto pero largo pasillo del hospital, repleto de puertas. Las luces en el techo ayudan a que no me mate de un tropezón.
En puntillas de pie, me encamino hacia las escaleras. Toda una ninja ...
Y, no ... No es que sea atlética ..
<< No pienso volver a meterme en un elevador >>.
Con suma cautela comienzo a descender, confiando en mis pocas horas de sueño, ya que sí, no he podido casi dormir y estoy que me caigo.
El principal motivo por el que me encuentro despierta a las tres de la madrugada, sería que mi estomago no para de gruñir. Me alimentan a base de gelatinas, y "comidas fáciles de digerir".
Para bien o para mal, la herida ya está en proceso de cicatrización, sin embargo, con tan solo un pequeño movimiento escuece como el mismísimo infierno.
Volviendo al tema de "misión comida", este hospital, no es tan grande, solo posee tres pisos, uno de ellos la planta baja. El deposito donde dejan alguna que otra comida, se encuentra en la segunda planta, al igual que la cocina que goza de más variedades.
Toses se escuchan a lo lejano, incluso algunos que otros pasos, pero nada lo suficientemente alarmante. El ambiente se torna silencioso de a ratos y eso me causa una sensación de escalofrío.
Intentando meter más confianza al asunto, comienzo a bajar los escalones de dos en dos. Honestamente, no soy muy alta, pero mis piernas largas me posibilitan varias cosas.
Me concentro en seguir avanzando, mirando al frente en todo momento.
<< Por idiota ... >>
Y si, como era de esperar, poso el pie un poco más allá del escalón correspondiente.
Chillo sin poder evitarlo cuando estoy a punto de irme de frente al suelo. El titulo de ninja que me di hace instantes, no estaría sirviendo de mucho.
Intentando hacer acopio de mi la escasa dignidad restante, sigo con la "misión".
Al llegar a mi destino, abro las puertas metálicas e ingreso, sumergiéndome en la inquietante oscuridad.
Se escuchan pequeños pasos, que apenas si son audibles. Creo que no estoy sola ..
Un ruido a mi derecha me desconcierta, es como algo metálico cayendo al suelo, pero no es para nada estruendoso. Enciendo la luz para verificar si estoy sola o no. Una persona larga maldiciones. Es casi imperceptible pero mi oído lo capta con facilidad.
