6. La Posada II

89 15 8
                                    

Holis~
Estuve inactiva bastante rato gg.

La verdad, chicos... ya no estoy del todo en el fandom Shingeki... pero admito que estos novios enojados seguirán siendo mi OTP y la verdad les traigo cariño jajaja es por eso que ya estoy de vuelta con un nuevo capítulo.
Quiero agradecer a quienes han esperado tan pacientemente por la continuación, no los merezco pero los quiero musho ( TT__TT )

Ahora sí, menos drama y más acción (?) disfruten la lectura~

-------------------------------------------------------------------------------

A la mañana siguiente, Eren se encontraba buscando un número en una pequeña libreta, mientras que Jean usaba el baño. De pronto, ambos escucharon que alguien golpeaba la puerta. Al indicarle que podía pasar, Historia entró, sonriendo con su típica dulzura.
—¡Buenos días! ¿Qué tal durmieron?
—Muy bien, gracias—contestó Eren, guardando la libreta.
—¿Les gustaron los chocolates?—inquirió la rubia, guiñándole el ojo. El castaño sólo atinó a fingir una risa.
—Estaban deliciosos, muchas gracias—intervino Jean, desde la ducha. Historia sonrió.
—Venía a dejarles su ropa limpia y seca. También a decirles que de comida hoy tendremos tripas. Muy ricas, receta familiar.
Eren congeló la sonrisa, pero sus ojos se abrieron como platos.
—¿Tripas?
—Nada como el estómago de una vaca para un día lluvioso, ¿no creen?
—¡P-por supuesto!... ¿Escuchaste eso, "cariño"?—repuso el ojiverde, mirando hacia el baño—. ¡Tendremos tripas para comer!
—¡Excelente! ¡Son muy buenas para la piel y el cabello!
Eren le lanzó una mirada asesina a través de la cortina y luego volteó hacia la ojiazul, aún sonriente. Justo cuando iba a inventarse una excusa para no comer, Jean prosiguió:
—Pero ¿sabe algo, señorita? Usted y su esposa han sido tan amables con nosotros... Me encantaría agradecérselos preparando la comida de hoy.
—¡Oh no, por favor! No es necesario.
—¡Por favor sí!—animó Eren, esta vez con una sonrisa auténtica—. Él es un chef, y muy bueno por cierto.
—Eso es correcto.
—¿De veras?—Historia se lo pensó un momento y luego asintió—. Aunque hay otra pareja hospedada, unos alemanes, ¿no les incomoda?
—En absoluto, señorita.
—¡Muchísimas gracias!

Una vez que la rubia salió de la habitación Eren suspiró, aliviado, y miró hacia la ducha.
—Gracias.
—Mhm.
En ese momento, la cortina se corrió y Jean salió para dirigirse a un pequeño mueble y recoger el desodorante y el cepillo de dientes que había dejado ahí anoche. En seguida regresó al baño.
Contrario a la noche anterior y con toda la luz que ahora entraba al cuarto, Eren pudo apreciar cada detalle de su cuerpo, sobre todo porque llevaba un bóxer corto. Como sintió que sus mejillas empezaron a arder, negó con la cabeza bruscamente y se dispuso a salir de la habitación; volteó una vez más hacia la ducha, distraído, cuando un súbito golpe en el lado derecho de su cabeza le hizo volver a la realidad.
—¿Todo bien, "joyita"?—preguntó Jean con evidente burla.
—Ngh... Estupendo.
Sobándose, Eren abrió la puerta con la que se había golpeado y la cerró tras de sí.

"Eso lo hizo a propósito el muy idiota"

Más tarde, Jean y Eren estaban afuera en el huerto, recolectando los ingredientes para la cena. El segundo sacó dos pares de zanahorias y los comparó entre sí, echó un vistazo al libro de recetas y volvió a observarlas; encogiéndose de hombros, partió los dos pares por la mitad y los lanzó a la canasta.
—¿Qué haces?
Jean le miraba, extrañado, y con ambas palmas vueltas hacia arriba.
—Bueno, aquí dice que se necesitan cuatro zanahorias medianas, pero las que tenía eran grandes, así que mejor las partí todas.
El ojidorado se aproximó a él, vio la canasta y negó con la cabeza.
—Y ahora hay más de las que debería, idiota.
Eren se cruzó de brazos, indignado.
—¿Qué tiene de malo que sobren? Siempre se puede hacer algo con esa verdura.
Poniendo los ojos en blanco, Jean recogió la canasta y metió otros vegetales.
—Es sólo comida, no deberías intentar ser tan exacto e impulsivo a la vez. Es una peligrosa combinación.
—Sí, eso me han dicho...
—Y por lo visto tampoco haces caso—añadió el ojidorado, chasqueando la lengua—. ¿Qué te parece si te calmas un poco? Todo estará bien.
—Heh, mi padre solía decírmelo siempre. "Tranquilo, Eren, todo estará bien"—Jean lo miró de reojo, el otro ahora tenía un semblante serio—. Tenemos deudas en el banco, "¡no importa!, vámonos de vacaciones, todo estará bien". Papá, me dieron el ultimátum para pagar la colegiatura, tendré que vender las bocinas de mi cumpleaños. "Tranquilo, Eren, no seas impulsivo, todo estará bien"—éste se levantó y cerró los puños—. Y todo estuvo "bien" hasta que embargaron la casa antes de Navidad; tuve que trabajar después de clases y empeñar algunas de mis posesiones más valiosas—el castaño clavó sus ojos verdes y cristalinos en Jean—. Así que disculpa si no hago caso, porque para mí eso significa HACER que todo esté bien.

Año Bisiesto | JeanxErenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora