We belong together (Español)

19. La verdad

***Caroline***

El día de ayer fue increíble, todo lo que había deseado desde que había venido a Nueva Orleans se había hecho realidad. Pensaba que sería un deseo imposible de cumplir, que no estaba ni por asomo a mi alcance, pero sucedió.

La tarde de ayer, mientras paseábamos por las preciosas calles de Nueva Orleans, sentía que teníamos una conexión realmente especial, más allá de una amistad como la que tenemos. Siempre hemos tenido ese algo especial que una vez fue amor de verdad. Desde que lo conocí por primera vez en Mystic Falls, había una cierta tensión entre nosotros, algo diferente.

Ahora que estaba con él la mayor parte del día, empezaba a sentir cosas muy fuertes por Klaus, a revivir viejos sentimientos mientras paseábamos juntos, por ese motivo, no pude evitar besarle ayer por la tarde. Cuando lo hacía me arrepentí porqué pensaba que él me apartaría, pero no lo hizo. Me extraño que pasara eso porqué, él iba a tener esposa dentro de unos días. Él estaba con Camille y se suponía que la quería, o eso pensaba. Ahora lo dudaba porqué cuando quieres a alguien de verdad, no le engañas.

Me sentía un poco culpable por besarme con el prometido de Camille, pero es realmente lo que necesitaba para darme cuenta de que me estaba volviendo a enamorar de él.

Siempre supe que Klaus y yo no podíamos ser solo amigos y creo que él también lo sabía en cierto modo. Creo que nunca le contó nuestra historia de amor completa a Camille porqué si no ella nunca hubiera aceptado que viniera a su boda. Empezaba a preguntarme si había sido una buena idea asistir a la boda porque, ahora, si Klaus se casaba con Camille, era inevitable que yo no sintiera un dolor terrible, y más teniendo que estar delante como dama de honor.

***Klaus-***

Lo hice. Hice algo que no sabía que realmente deseaba hasta que pasó. Estaba realmente feliz y satisfecho por haber besado a Caroline. En cuanto ella me besó, se lo devolví sin dudarlo un segundo. Aunque no puedo evitar sentirme un poco culpable por Camille, no me arrepiento en absoluto de nada. Lo necesitaba.

Adoraba a Caroline y me alegraba saber que ella también quería besarme porqué a lo mejor aún sentía cosas por mí como yo por ella. O simplemente tal vez, era el momento y sus sentimientos por mí no existían.

Tenía la cabeza un poco confundida entre Camille y Caroline. Últimamente estaba pasando mucho tiempo con Caroline y casi nada con Camille cuando tal vez debería ser al revés, aunque nunca lo iba a admitir.

Como empecé el día alegre y activo, bajé hacia abajo enseguida, dispuesto a tener un día productivo.

Abajo me encontré a Caroline como de costumbre. Ella siempre se levantaba temprano, y verla ahora otra vez a esta hora quería decir que no necesitaba demasiado descanso porqué estaba mejor. Me alegraba por eso.

Ella estaba comiendo el desayuno en la mesa del comedor. Comía tortitas con una forma extraña. Eran redondas pero tenían dibujadas una cara diferente. Eran dos ojos y una sonrisa dibujados con sirope de chocolate y unos colmillos puestos con nata justo debajo de la boda. Era una tortita con una cara de vampiro.

—Bonita tortita— dije cuando me disponía a sentarme al lado.

—Me encantan de esta forma— contestó ella sonriente— Son divertidas.

Me reí.

—Si lo son—contesté.

—¿Quieres?— dijo señalando a un plato lleno de tortitas, pero sin dibujo encima.

¿—Si—contesté—Como se hacen?

—¿Las caras de vampiro?— preguntó ella.

—Si— respondí.