31. Encontrándonos.

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***Rebekah***

Klaus salió por la puerta después de Caroline. Todos lo vimos como corrió detrás de ella unos minutos más tarde con la esperanza de encontrarla. Siempre pensé que Klaus era una persona cobarde, incapaz de perseguir sus sueños. Ahora sabia que no, que era valiente porque, su sueño era Caroline.

Todos sabíamos que él la quería. Todos nos dábamos cuenta, pero no se lo queríamos comentar. Él estaba tan decidido de que Camille era la elegida que nunca expresamos lo que nos parecía el asunto. Elijah, Hayley y yo a veces tratábamos de intentar hacérselo ver, pero creo que él se negaba a creerlo de alguna manera. Se negaba sus sentimientos a él mismo.

Yo sabía que Caroline quería a Klaus, pero ella no quería que le dijera nada a él por miedo a estropear su amistad. Si hubiera intervenido en el momento en que lo supe esto se hubiera evitado.

De todas maneras, cuando Klaus salió por la puerta, no pude estar más orgullosa de mi hermano. De que se rindiera ante el amor, ante lo que de verdad sentía. Porque querer tanto a alguien como Klaus quiere a Caroline, no era solo de amistad, era amor puro y valía la pena luchar por él hasta el final.

La cara de Camille al ver a Klaus salir por la puerta fue de horror. A pesar de que Klaus hubiera intentado hacérselo entender, ella estaba dolida. Lo comprendía, era normal, pero era más justo para ella de ese modo. Camille no era perfecta, pero Klaus no la quería del mismo modo que a Caroline, por lo tanto hubiera sido injusto que se casara con alguien que no la quería con tanta intensidad. Al fin y al cabo llegué a coger cariño a Camille de algún modo.

Lloró, en medio del altar, desesperada por lo que le acababa de pasar. Elijah subió a consolarla para intentar parar el desastre que seguro se nos iba a venir encima. Aunque quería que nuestro hermano fuera feliz, nos había dejado el desastre que había armado para arreglarlo nosotros solitos.

La gente se volvió loca, no se podía creer lo que estaba pasando. Querían explicaciones. Se levantaban, hablaban entre ellos. Había gritos, los llantos de Camille y gente invitada por Camille muy enfadada por lo que acababa de pasar. El cura tenía cara de asombro, no entendía lo que sucedía y también pedía respuestas.

Teníamos que hacer algo. Si no, destrozarían todo. Me acerqué a Hayley como pude, pasando entre la multitud esquivando casi a golpes a las personas.

—Hayley, tenemos que parar esto— le dije desesperada.

—Se están volviendo locos todos, Klaus ha armado mucho revuelo— dijo ella

—Están muy enfadados— dije— Si esto no acaba va a empezar a ponerse peor.

Señalé a Elijah, que aún estaba atendiendo a Camille. Nos hizo señal de ayuda.

—Espera— dije— Ya sé lo que tenemos que hacer.

Me dirigí hacia el altar. Cogí el micrófono del equipo de música que habíamos dejado preparado y subí.

— Por favor— dije.

La gente no hizo caso a lo que les dije así que alcé la voz.

—Silencio por favor— grité

La gente calló y paró de armar revuelo.

—Hemos tenido problemas con el novio así que les rogamos que se vayan a casa y les avisaremos en caso de que se reanude la ceremonia o de alguna otra cosa.— expliqué— Lo siento por las molestias.

—Cómo compensación y señal de disculpa— les dije ideado en un último momento—Pueden tomar un trozo de pastel que les cortara el chef a la salida si así lo desean. Qué pasen una buena tarde.

We belong together (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora