***Klaus***
—¡Klaus!— escuché por el pasillo
Me desperté.
—¡Klaus!— volví a escuchar aunque esta vez pude identificar de quien era la voz, Rebekah.
La voz se acercó y se posicionó delante de mi cama.
—Que ocurre Rebekah?— pregunté con cierto enfado porque me despertó.
—Klaus... he estado pensando y... quiero la cura para el vampirismo— me soltó
—¿Cómo?— contesté sorprendido
—Pues eso Nik, quiero ser humana— me contestó
— A ver Rebekah... a que se debe que quieras cambiar de la noche a la mañana?— pregunté desconcertado
—Verás, siempre la he querido en verdad— me dijo—quiero una vida normal y ser feliz como tú lo vas a ser con Camille sin vivir eternamente. Quiero envejecer junto a alguien, junto a Marcel.
—Hermana— empecé— ¿Sabes que Marcel es un vampiro no?
—Por supuesto que lo sé pero me es indiferente, quiero vivir como una persona normal, quiero morir cuando tenga 100 años en los brazos de Marcel, Nik— contestó
—Ser humana no quiere decir que vayas a ser feliz Rebekah— le dije— la felicidad depende de ti, no de si eres vampira o humana.
—Lo sé— respondió— Pero veo que es el momento, por favor hermano
Me lo pensé. Sabía que sería terca hasta que le diera un sí como respuesta y así lo hice.
—Está bien— dije cansado— Te la prepararé en cuanto me levanté
—Gracias Nik!— dijo y se marchó de mi habitación.
Me levanté de la cama. Me vestí con un jersey de lana de un color mostaza, ya que consideraba que era una mañana bastante fría. Salí por la puerta para ir en busca de lo que Rebekah pedía.
Bajé al sótano. El sótano de la mansión es frío y oscuro. Es dónde solíamos apresar a los enemigos en tiempos anteriores. Las paredes están hechas de piedra y los suelos de unas baldosas de color ocre. En el sótano tan solo hay dos estancias, en una hay unas cadenas para retener a los presos y una puerta que conducía a la sala contigua, dónde estaba lo que buscaba.
La sala contigua és un refrigerador gigante. Allí guardamos suministros de sangre, bolsas en concreto para alimentarnos en caso de necesidad y en ese momento más porque vivía con Camille así que evitaba beber sangre directa de la vena por un tiempo hasta que se acostumbrara a nuestra vida. La sala está rodeada por estantes dónde en cada estante hay por lo menos 40 bolsas de sangre. En el centro de la habitación, hay una caja fuerte pequeña que también es nevera que solo se abre con una combinación concreta. En ese momento, dentro solo había la cura, una cosa de gran valor que muchos vampiros desearían tener. Marqué la combinación para abrirla. Cogí lo que necesitaba y la cerré.
No era la primera vez que Rebekah se estuvo a punto de tomar la cura, de hecho ha pasado lo mismo varias veces. Le ofrecí a Rebekah la cura en diversas ocasiones pero nunca llegó a tomársela porqué siempre sucedía alguna cosa que la hacía cambiar de opinión. En el fondo de mi persona, tenía un poco de miedo a que si Rebekah tomara la cura envejecería y moriría, y no estaba preparado aún para que eso sucediera. Aunque supongo que si esa era su decisión, es su vida. Pero, ¿Como se suponía que iba a vivir sin alguien con la que he vivido y querido 1000 años?
***Caroline***
Hoy presentía que sería un día bueno. A pesar del sueño que tuve anoche, el cuál me entristeció un poco, hoy voy a ser feliz. Me prometí que tendría un buen día, después de todo lo que pasé esos días, creo que me lo merecía. Me levanté de muy buen humor, dispuesta a tener un día fluido, alejada de problemas relacionados con Klaus, mis hijas u otros inconvenientes como los de estos días. Estaban siendo unos días muy intensos y si no paraba un poco, iban a acabar conmigo.
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We belong together (Español)
FanfictionCaroline, después de la partida de Klaus a Nueva Orleans, aunque se sintió aliviada, un vacío quedó en su vida. Cuando por fin superó su amor por Klaus, una invitación a la boda del mismo hizo que sus vidas se volvieran a cruzar, una vez más. Klaus...