15. Las gemelas géminis

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***Caroline***

Porque? Porque tuve que acudir a su habitación, a pesar de lo cansada que estaba?. Eso es lo que estaba pensando mientras le estaba preguntando si quería hablar ahora. Estaba agotada. Debería haber dejado esto para mañana, descansar y aclarar la mente. En cambio, lo único que se me venía a la cabeza era darle explicaciones. Como él me las dio a mí en su momento. Se las merecía.

—Klaus, creo que tenemos que hablar?— le dije

Me miró. Cerró el libro y lo dejo encima la mesita de noche. Se sentó en la cama.

—Me gustaría—contestó él

Me senté en una silla enfrente de su cama. Estaba nerviosa.

—Así que... esas son tus hijas—me preguntó— Lizzie y Jossie no?

—Sí... Sobre eso...— empecé a decir

—Sé que te lo tendría que haber contado antes, cuando tú me lo contaste, solo es que...—

—Da igual Caroline, de veras, no importa cuando me lo cuentes, mientras quieras hacerlo— dijo él

¿Porque tenía que ser tan comprensivo? Esperaba que se enfadara. Esperaba que se pusiera como una fiera. Que se portara bien, me hacía sentir todavía peor, peor que por habérselo ocultado.

—Ahora quiero— le dije—Puedes preguntarme

—Está bien...—dijo él

—A ver... quien es el padre?— preguntó él

—Ehhh...—dije— Alaric

Estaba sorprendido, muy sorprendido, su cara cambió. Empezó a sonreír. Mucho. De repente, empezó a reír, muy fuerte. A carcajadas.

No esperaba esta reacción para nada, me alivió.

—Que?!— pregunté sonriendo

—Es solo que... Alaric...— dijo él

Después continuó riendo. No me sorprendía que estuviera sorprendido. Klaus nunca se llevó bien con él, no por parte de Klaus, más bien por la de Alaric. Él lo odiaba, mucho. Dudo que le guste que las niñas estén cerca de él. Creo que desde casa debía estar preocupado y molesto, muy molesto.

—Solo.... aclárame una cosa—dijo él— tú y él...—

—Yo y el que...— pregunté

Antes de que él me contestara, me di cuenta de lo que preguntaba y le contesté lo más rápido que pude.

—Uhhhh, No!—dije

Volvió a reírse, no podía parar.

—Entonces?— preguntó

— A ver...— me senté al lado de Klaus

—Explicámelo porque... esto llega más lejos que mis capacidades— dijo él

—Lo sé, te lo voy a contar. Te aviso que va a ser confuso— le comenté, avisándole.

—De acuerdo—contestó él

—Empezaré desde el principio. Alaric conoció a una mujer llamada Jo. Ella era bruja. Pertenecía al aquelarre geminis. Jo tenía un hermano gemelo, el cual también era parte del aquelarre, como el resto de su familia. En el aquelarre, tenian una ceremonia llamada la fusión, en la qual se decidia el próximo líder de entre dos gemelos. Los gemelos tenían que pelear en una lucha de poder. El gemelo vencedor, el más fuerte, se convertía en el líder, el otro se fusionaba con el gemelo y moría. — empecé a contar

—Alaric y Jo se enamoraron, se querían mucho. Ella se quedó embarazada de él. Embarazada de gemelas, las nuevas gemelas del aquelarre géminis. El hermano gemelo de Jo, Kai, quería convertirse en el líder, pero sabía que si nacían las niñas, nunca podría serlo mientras ellas y su madre siguieran con vida. Jo y Alaric, mientras ella estaba embarazada, decidieron casarse. El día de su boda, fue precioso, al principio. En medio de la ceremonia, apareció Kai, el malvado hermano de Jo. Para convertirse en líder, mató a Jo en medio de su boda. Así, podría convertirse en líder porque, si moría Jo, las gemelas también lo hacían.— continué explicando

—Pero... Kai no contaba que estaban los demás miembros del aquelarre en esa misma boda. Ellos intentaron pararlo, pero no pudieron así que decidieron salvar a las niñas que crecían en su vientre. Y ahí entro yo. Con magia, las traspasaron del vientre de Jo, al mío. No fue hasta tiempo después que me di cuenta de que esas dos pequeñas crecían dentro de mí. Jo murió. Alaric estaba desolado. Cuando se enteró de que las niñas estaban bien se alegró mucho. Las niñas iban creciendo poco a poco hasta que di a luz. Después, Alaric y yo criamos a las niñas. Aunque no soy su madre biológica, las llevé en mi vientre 7 meses. Son mis hijas y las quiero mucho. Ellas saben la historia, y aun así, me quieren porque, soy su madre.

—Vaya... no sé que decir—empezó él

—Lo sé, es mucho de golpe— le dije y le sonreí

—Es decir... Claro que te quieren, como no iban a hacerlo. Estoy segura de que eres una gran madre—dijo él

Me cogió de la mano. Tenía la mano cálida, suave. Me sentía acompañada y comprendida. Le acababa de explicar la historia de casi todos mis últimos años, exceptuando algunos momentos. Me había abierto. Abierto de verdad.

—Gracias— le dije

—Sabes... tuve épocas en las que me deprimía porque, aunque yo sabía que eran de algún modo mis hijas, la gente no podía evitar a veces soltar comentarios ofensivos que indirectamente me tocaban— le conté

—Siento que sintieras eso— dijo comprensivo

—A veces, yo sentía que no sería un buen padre, que lo echaría todo a perder— me confesó

—Eres un gran padre Klaus—le dije—Hope te adora

Me sonrió. Con esa sonrisa tan especial que tiene que cuando sonríe me da un vuelco el corazón. Siempre.

—Hay algo más que me tengas que contar?— dijo él— Es decir, alguna aventura más en estos últimos años?

—Creo que no, creo que eso es todo— dije y luego reí

—Menos mal, ya no sabía que más podía haber ocurrido— contestó el divertido

Nos quedamos en silencio un rato. Estaba apoyada del hombro de Klaus, sosteniendo su mano. Amaba este momento y no quería que acabase, pero estaba muy cansada, y me volví a quedar dormida. Por segunda vez.

Soñé que estaba en Nueva Orleans, en un parque. El parque estaba decorado con decoraciones nupciales muy bonitas, como las que siempre había querido. Estaba Klaus al fondo de un largo pasillo, rodeado de filas de sillas. Yo avanzaba por él, vestida de color blanco. El precioso sueño no duró mucho porque, cuando llegué y alcance las manos de Klaus, me desperté. Al cabo del rato volví a dormir y la noche transcurrió sin ningún otro sueño que me desvelara.


Foto--> Boda de Jo y Alaric

We belong together (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora