2. La decisión

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***Caroline***

Al día siguiente me desperté apoyada sobre mi escritorio. Después de leer la carta en el despacho de Alaric varias veces, me moví al mío, para reflexionar. Me quedé dormida pensando en él y en su boda. Todavía no me podía creer que él se casara, yo pensaba que él nunca lo haría. No creía que el matrimonio fuera mucho con Klaus Mikaelson. Viejos sentimientos despertaron en mí al descubrir que él se casaba, al descubrir que había pasado página e iba a rehacer su vida con otra persona. ¿Aunque pensándolo bien, porque no iba a hacerlo?

Hacia 6 o 7 años que no nos veíamos aunque, de vez en cuando, recibía donaciones por su parte para la escuela, acompañadas de cartas, pero nunca hablamos ni nos vimos más. La última vez que nos vimos fue cuando vino a mi graduación del instituto después de haber desaparecido unos días sin ninguna explicación y me dijo que pretendía ser mi último amor costara lo que costara. Ahora, una pequeña parte de mí desearía que esa promesa aún fuera cierta. Mis sentimientos por él no podían existir nunca más, él iba a casarse, y no sería yo quien se lo impidiera. Por encima de todo, quería que él fuera feliz, conmigo, o sin mí.

También me pregunté quien era esa tal Camille O'Conell, la que iba a ser su esposa, la que iba a formar un futuro con él. Realmente no la conocía, nadie nunca me había hablado de ella ni la había conocido en persona pero tuve el presentimiento de que nos llevaríamos bien. No sabía tampoco cuando la había conocido Klaus ni realmente lo que sentía por ella.

Todavía no sabía si asistiría a su boda. Tal vez asistir me dañaría, tal vez me haría mucho daño y me haría sentir cosas que no debería sentir, cosas enterradas desde hace mucho y que aún no sabía si estaba lista para desenterrar, pero por otra parte, aún seguía siendo Klaus, y hasta donde pude recordar, hace mucho éramos amigos. Pensé que si veía a Klaus pasar página, yo también lograría hacer-lo y podría seguir con mi vida.

Como estaba demasiado impactada para decidir, decidí que llamaría a Elena. Ella siempre me da los mejores consejos. Me apoyaba en mis decisiones aunque, siempre desde la sinceridad. Elena y ha sido siempre mi apoyo en todo lo que ha pasado en mi vida. La quiero muchísimo.

Me levanté del escritorio, y me miré al espejo. Me veía horrible, llevaba la misma ropa que el día anterior por lo que probablemente tendría que cambiarme. Abrí el armario en busca de un conjunto precioso de blusa y pantalón que tengo de repuesto en la oficina para emergencias como esta y llamé a Elena.

—Hola Car— me dijo ella

—Hola Elena, qué tal estás?—le pregunté

—Muy bien. Oye Car, estás bien, necesitas algo?—me preguntó

Adoro que Elena siempre se preocupé por mí porqué, en ese momento, lo necesitaba.

—Solo me preguntaba si podría pasar-me por tu casa esta tarde para hablar—le pregunté

—Claro, siempre que quieras Caroline, nos vemos esta tarde entonces?

—Allí estaré—le respondí y concluí la conversación

Por la tarde, conduje hasta casa de los Salvatore, su nueva casa, ya que la antigua, donde vivían Damon y Stefan, la convertimos en la Escuela Salvatore. La nueva residencia Salvatore, és una casa entrañable de pueblo, ubicada en Mystic Falls, parecida a la casa de Elena cuando era una niña. Era una casa adosada preciosa, con dos plantas y mucho espacio. Tiene un porche precioso con un balancín, como el que nos solíamos abalanzar yo y Elena. Tiene una cocina muy grande, con una preciosa isla de granito pulido y una sala de estar encantadora y acogedora.

Salí de mi coche. Llamé al timbre y me abrió la puerta Damon.

—Hola Caroline—me saludó Damon

We belong together (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora