26. La boda I

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***Caroline***


Definitivamente esa semana iba a ser un caos seguro del que nadie podría escapar. Estaba a punto de llegar Camille para repartir las tareas en la que nos ocuparíamos toda la semana. Estaba segura de que ella querría una boda grande y bonita. Por lo tanto, habría que repartir las tareas equitativamente que seguro, serian muchas.

Llegué la primera al salón. Sabía que no había nadie, pero nunca me gustó llegar tarde. Minutos después llegaron Rebekah y Hayley al comedor. Se sentaron a mi lado en el sofá.

— Hola, Care— dijo Hayley

— Hola, chicas— dije pretendiendo estar animada— ¿Listas para empezar?

— Caroline— empezó a decir Rebekah— Tenemos que hablar de verdad.

—¿Sobre qué?— pregunté

— Creemos que no estás bien— dijo Hayley— Aunque no nos hayas contado nada sobre Klaus, sabemos que pasa algo entre vosotros.

— ¿Cómo?— pregunté

— Por la forma en la que os miráis, todo vuestro pasado— dijo ella— Sabemos que sientes algo por él en el fondo.

— No quería meterlas en esto chicas— dije— Intento olvidarlo de veras, no quería sumarles problemas.

— No pasa nada...— dijo Rebekah—Para eso estamos. Queremos ayudarte como podamos.

Las quería. No, las adoraba.

— Estoy bien, de verdad—dije con una sonrisa ligera— Quiero a Klaus, pero sé que el sentimiento no es mutuo. No voy a obligarlo a quererme.

— No estoy tan segura de eso Caroline— dijo Hayley.

¿— Sobre qué?

—Sobre que no te corresponda.

— ¿Qué quieres decir? — pregunté confusa.

— Solo digo que tal vez si lo haga— comentó Hayley— Debes ser valiente y contárselo, si no, una vez se case, tal vez te arrepientas y pienses ¿I si si?

— No creo que sienta nada— dije— Simplemente me ve como Caroline, como su amiga.

— No sé, tal vez si solo lo supiera...— dijo Rebekah

— Chicas— dije — De verdad que no pasa nada. Lo quiero y lo querré siempre, pero aunque duela, deberé asumirlo. Él se casa, con Camille, tendrán una bonita vida, tal vez hijos, quien sabe. Vivirán juntos y serán felices. Yo no tengo cabida en esa historia, como mucho, y lo dudo, seré la tía Caroline que viene cada mucho de visita porque vive en otra ciudad.

Dolía decir eso, pero en verdad lo pensaba.

— Pero...— empezó a discutir Hayley, pero fue interrumpida por la llegada de los demás.

Entraron los que faltaban por llegar.

Camille traía por lo menos tres carpetas a reventar decoradas con miles de colores, rosas y purpurina. Mucha purpurina. Parecían álbumes de bodas, de esos que haces cuando eres niña y planeas la boda de tus sueños con unas amigas.

Me encantaba buscar decoraciones para bodas en mi infancia y decidir que vestido de princesa me pondría en un futuro cuando me casara. Cuando lo hice con Stefan, fue tan precipitada y rápida que no pude vestir ese vestido de princesa que siempre quise. A pesar de eso, fue preciosa.

— Hola a todos— dijo ella

— Como podéis ver— dijo ella señalando los álbumes— He traído estos preciosos dosieres de fotografías para la boda, inspiraciones para la boda de ensueño.

We belong together (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora