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Nunca imaginé pasar de estar emocionada por algo a sentirme completamente destruida

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Nunca imaginé pasar de estar emocionada por algo a sentirme completamente destruida.

En los meses que he pasado encerrada en la casa nunca tuve un cambio tan abrupto de estado de ánimo, mi estado siempre era el mismo gradualmente mejorando o empeorando, pero nunca de golpe.

Supongo que en la casa no existen variables, todo depende de mi, pero aquí en el mundo exterior hay un montón de variables, de personas que pueden afectar mi estado de ánimo y lo aprendí de la peor manera.

En mi camino a mi última clase, sucedió, no puedo evitar la sonrisa en mis labios porque sé que después de esta clase me iré a casa con Peter.

—¿Lali? —una chica alta de cabello negro bloquea mi camino, es muy bonita, de labios gruesos y nariz perfilada. Lleva un montón de maquillaje encima, que resalta sus facciones pero quisiera decirle que no lo necesita, debe ser preciosa al natural.

—¿Si? —le respondo amablemente aunque un poco nerviosa, esto de la primera socialización con un desconocido aún no es mi fuerte.

Ella me da una sonrisa amable, —Necesito hablar contigo, solo tomará un segundo.

Ella toma mi mano y me tenso pero no me suelto, no quiero parecer odiosa, ella me guía hasta una puerta de madera con una ventanilla de vidrio que es tan borrosa que es imposible ver dentro. Entramos y la chica suelta mi mano para cerrar la puerta detrás de ella.

Es un salón que no parece haber sido usado en años. Telarañas y polvo cubren mesas y sillas.

Me enfrento a un grupo de seis chicas, de diferentes tonos de piel, de color de cabello y hasta estilo, ¿Qué está pasando?

Me aferro a mis libros contra mi pecho.

—¿Quienes...

—Lali —me interrumpe la pelinegra—. Te hemos traído aquí porque nos parece que necesitas una aclaratoria de como funcionan las cosas en esta preparatoria.

—¿Ah?

—No te preocupes -comenta otra chica-. Sabemos que eres nueva y entendemos tu falta de conocimiento.

No sé que está pasando pero tengo miedo.

Mi corazón se acelera en mi pecho, y lamo mis labios tratando de controlar mi respiración.

—Es muy simple, Lali —me dice la pelinegra—. Mantén tu distancia, no puedes llegar a la preparatoria e intentar acaparar a los chicos más populares como si nada, usando su lastima para pegarte a ellos como una sabandija.

Oye, sigue mi voz©《Laliter》✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora