Harriet Potter y la Piedra Filosofal [CANCELADA]

18: Dark happiness

CAPITULO DIECIOCHO

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Felicidad oscura.

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Se acercaba la navidad. Una mañana de medianoche de diciembre Hogwarts se descubrió cubierto en viene. El lago seguía muy congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante.

Las pocas lechuzas que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedar al cuidado de Hagridbhasta recuperarse, antes de volar otra vez.

Todos estaban impacientes de que empezaran las vacaciones. Mientras que la sala común de Gryffindor y el Gran Comedor tenían chimeneas encendidas, los pasillos, llenos de corrientes de aire, se habían vuelto helados, y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas. Lo peor de todo eran las clases del profesor Snape, abajo en las mazmorras, en donde la respiración subía como niebla y los hacía mantenerse lo más cerca posible de sus calderos calientes.

Lily se encontraba de un humor muy bipolar en aquellos días, algunas veces sonreía como si hubiese un mañana, y otras veces su rostro reflejaba melancolía. La razón era que su última navidad fue muy triste para ella, era algo que solo su familia lo sabía y no era un tema del que se podía contar a todo mundo. Calíope era su mejor amiga desde que tenía memoria. Ambas se daban regalos creados por ellas mismas.

Por lo tanto, la navidad no era de sus preferidas para la pelirroja, lo solía tomar como un día cualquiera. Solo que esta vez ella se quedaría en Hogwarts ya que festejar una navidad en su casa le traían recuerdos, tristes y felices.

—Me da mucha lástima —dijo Draco Malfoy, en una de las clases de Pociones—, toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la Navidad en Hogwarts.

Mientras el hablaba, miraba en dirección a Harriet. El cual estaba sentada junto a Harry aquél día. Crabbe y Goyle lanzaron risitas burlonas. Harriet mantenía un rostro neutral y Harry, que estaba pensando polvos de espinas de pez león, nobles hizo caso.

—Lástima deberían ser aquellos elfos domésticos que tienen que soportar estar tu casa, Malfoy —le dijo Lily.

Después del partido de Quidditch, Malfoy y Lestrange se habían vuelto mas insoportables que nunca. Disgustados por la derrota de Slytherin, habían tratado debacer que todos se rieran diciendo que un sapo con un gran boca podría reemplazar a Harry como buscas, y Lestrange se burlaba de Harriet llamándola comadreja. Pero entonces se dieron cuenta que nadie lo encontraba gracioso, porque estaban muy impresionados por la forma en que Harry se había mantenido de su escoba y la confianza que tuvo Harriet para soltar su escoba, como si ella ya supiera que George la atraparía. Así que Malfoy y Lestrange; celosos y enfadados, decidieron molestar a Harry y Lily por no tener una madre.