9: Night in the infirmary

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CAPITULO NUEVE

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CAPITULO NUEVE

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Noche en la enfermería.

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—Bueno, el castigo pudo haber sido peor —comentó Harriet, dejando el trapeador en la cubeta—. Por lo menos no nos hace limpiar con la lengua.

—Aún —dice Ron—. Filch si que está obsecionado con los castigos. Mamá me va matar.

—Tía Amelia me va a extrangular.

—No creí que comer te llevaría a esto, es el colmo —continuó Ron.

Ambos presentaban sus quejas.

¿Cómo llegaron allí?, Pues Harriet y Ron estaban caminando cerca del tercer piso con sus tostadas a la mano, sin molestar a nadie, tan solo conversando como dos bueno amigos (precisamente hablaban de lo bien que es Snape). Filch los castigó por causar desorden y ensuciar. Harry en ese momento estaba ve tu a saber con quien y donde, solo pudo mostrar sus condolencias y se fue con Seamus y Neville a lo que ellos ellas "dialogos de niños"

Estúpidos, pensó Harriet.

Se encontraban allí, limpiando, en el tercer piso. Exactamente donde Dumbledore dijo que estaba prohibido.

Harriet agarró el trapeador y se acercó al enorme charco pegajoso.

Resopla. Estará un buen rato limpiando la mugre. Empieza a limpiar y se traba con lo pegajoso que está el piso.

—Ugh.

—¿Qué pasó? —dijo Ron levantando la vista hacia la pelirroja.

—Esta parte esta pegajosa, y aún falta más. ¿Me echas una mano? —dijo Harriet. Ron asintió y se acercó a ella.

Ambos mojaron su trapeador siguiendo el recorrido del charco para ver hasta dónde llega. Metros y metros de aquella sustancia pegajosa.

Siguieron avanzando hasta que llegaron a una parte más oscura del corredor. Ambos del lado izquierdo, donde hay menos antorchas. Cuando creen que encontraron el final de la mancha cuando sienten unos pies apurados detrás de ellos. Ambos muy nerviosos se dan una mirada con nervios apoderándose de los pelirrojos. El viento hace que las antorchas se apaguen, y oyen un gemido provando que del susto, Ron tomara la muñeca de su acompañante, para asegurarse de que no lo abandonara.

Ahora todo estaba oscuo, se dan vuelta y ven a un hombre tirado sobre el suelo. Esta temblando.

El hombre repentinamente se pone de pie, casi haciendolos caer a los pelirrojos del susto. Ambos se apoyan en la pared para sostenerse y lo observan; un hombre alto y delgado. Detrás de el aparece una figura que tapa la poca luz que entra en la pequeña ventana que está detrás de ambos. Ron le tapa la boca a Harriet con su mano libre cua do quería gritar a advertirle, estaban escondidos.

Harriet Potter y la Piedra Filosofal [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora