CAPITULO DOS
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Yo vi lo que vi.
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Un resplandor verde chocó sobre Harriet y Harry. Estos se sobresaltaron mirando el techo triangular de la alacena. Esto comenzó a temblar y se escucharon unos pasos bajar de la alacanea.
-¡DESPIERTEN YA! -gritó tía Petunia golpeando fuertemente la puerta del armario.
Harry gruñó enterrando su cabeza sobre la almohada. Ambos realmente no querían levantarse y menos hoy, pues es el cumpleaños de Dudley.
Ambos tenían que dormir apegados, pues ¡es un pequeño armario!. La verdad no los incomodaba, cuando Harriet tenía pesadillas, su hermano siempre me abraza y eso la hacia sentir hace sentir menos sola.-¿Ya están despiertos? -la voz de tía Petunio sonó a traves de la puerta.
-Si, tía Petunia -confirmaron.
-¡Bien, rápido, Harriet tienes que preparar el desayuno, y no lo estropees! ¡Harry quiero la cocina y living limpia! ¡Ahora!
Ahora ambos dieron un gruñido, tenía que ser perfecto para su primo, como siempre.
-¿Dijeron algo? -gritó tía Petunia molesta.
-Nada, ahora vamos -contestó la rubia apresuradamente. Escucharon que su tía se alejaba y suspiraron.
-Dijirin ilgi -murmuró Harriet por lo bajo. Harry soltó una pequeña risa.
Diez años en el que vivían allí, con tío Vernon, tía Petunia y su hijo Dudley. Su familia, si se puede llamar así, los mellizos habían sido puestos bajo su "cuidado" desde que eran bebés.
Desde el principio quedó perfectamente claro que sus padres estaban muertos y que deberían estar agradecidos de que los acogieran. Murieron por un accidente automovilístico "por su propia estupidez" y los mellizos tenían la cicatriz como evidencia.
Pasaban la mayor parte del tiempo en la alacena que se encontraba debajo de las escaleras, nunca los hicieron sentir queridos. Solo como una carga, se tenían el uno al otro.
Harriet tenía el cabello rubio, siempre tenía un brillo como si se pusiera diferentes cremitas para cuidarlo, estaba muy saludable. Su cabello le caía hasta la cintura con unos pequeños rizos que le daba un toque hermoso. Sus ojos eran iguales a los de Harry: un vivido color verde. Ella tenía algunas pecas alrededor de su nariz, que son más visibles en la temporada de verano. Ambos mellizos eran muy delgados, porque no obtenían tanta comida como el resto de la familia. Tía Petunia la miraba de manera extraña, en especial su cabello rubio, puesto que su hermana era una pelirroja. Por un momento pensó lo peor, claro que era la hija de James, solo que ellos no sabían acerca de la maldición Potter.
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Harriet Potter y la Piedra Filosofal [CANCELADA]
AdventureEn el Valle de Godric, Lily Evans entregó su vida para salvar la de las personas que más amaba en su vida. Harry y Harriet eran mellizos que estaban al cuidado se padre y su madrina. Al recibir su carta de Hogwarts no tenían idea de que comenzaría s...