❱ Choi San un apuesto hombre de veinticinco años, dueño de una editorial de libros, mujeriego y para nada creyente en el amor.
❱ Jung Wooyoung un precioso chico escritor recién graduado y con un hermoso hijo de cinco años quién es su mayor motivaci...
-Ese chico que trajiste es tan...caliente....y lindo.- San sonrió al recordar a su lindo y nuevo asistente.
-San, lo digo enserio es mejor que te mantengas al margen con Wooyoung. Él no es como cualquier otro chico al que te follas u luego botas.-
-Eso lo sé perfectamente- le interrumpió.
-San, Wooyoung solo vino aquí por trabajo y por qué realmente lo necesita. ¿Acaso lo viste babeando por ti?-
-Bueno...no...-
-Ves, Wooyoung no es cualquier chico, él solo está centrado en su trabajo-
-Eso ya lo veremos.-
-San él definitivamente no caerá ante ti, y tiene un gran motivo por el cual no quiere pareja alguna.-
-¿Quien dijo que quiero que seamos pareja?, solo quiero un acostón con él, Minho-
-Ese es otro punto, él menos todavía aceptará salir contigo por un simple acostón, como ya te dije él tiene un gran motivo por el cual no acepta salir con nadie.-
-¿A sí?¿Cuál?-
-Bueno, eso no me...-Minho se quedó en silencio al escuchar gritos fuera del pasilla de la oficina de San.- ¿Quién diablos está gritando?.
La puerta de la oficina se abrió de golpe dejando ver a una chica histérica. Por otro lado San solo rodó los ojos al ver de quien se trataba.
-¿Qué mierda haces aquí?- Le preguntó San a la chica.
-¡Señor!- era el guardia de seguridad- traté de detenerla pero no podía ejercer fuerza con ella-
-Entiendo, puedes salir- el guardia hizo una reverencia y salió.
-Bueno yo también me voy, hablamos luego San- Minho salió casi corriendo de ahí.
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Por el lado de Wooyoung, luego de haberse colocado en su área de trabajo, mismo que se encontraba en la oficina del señor Choi. Era un escritoria negro de un tamaño suficientemente espacioso junto con un computador. Una vez se instaló, comenzó con su trabajo, solo tenía que chequear curriculums de personas que querían entrar en la editorial, eran montañas y montañas de curriculums. Wooyoung sentía la pesada mirada de su jefe, pero no le tomó importancia. Una vez dio la hora del almuerzo decidió ir a la cafetería de la misma empresa la cual era igual de impresionante que el mismo edificio.
Se formó para poder comprar sus alimentos y trato de buscar una mesa disponible puesto a que esta hora la mayoría de los empleados solían salir a comer, encontró una mesa donde solo se encontraba una chica y tímidamente decidió acercarse.
-Hola, disculpa ¿puedo sentarme aquí?- la chica lo miró y al instante sonrió.
-Claro, toma asiento.-
-Gracias...- Wooyoung tomó lugar frente a la chica.
-¿Eres nuevo?-
-Sí, apenas inicié hoy...-
-Oh, es un gusto, me llamo Ryunjin- la chica se presentó amablemente.
-Jung Wooyoung- dijo bajito con una tímida sonrisa.
-Qué tierno eres, ¿cuantos años tienes?-
-Veintidós...-
-Oh, yo tengo veintitrés-
-Es mayor por un año...-
-Sí, bien ahora que ya nos presentamos, a comer-
Ambos empezaron a comer, Wooyoung aprovechó para mandarle un mensaje a su cuñado para preguntarle cómo se encontraban su bebé y él, a lo que le respondió con una nota de voz.
"Papi te extraño"- la dulce voz de su bebé se escuchó y él rápidamente le contestó con otro audio- "También te extraño, mi vida"- sonrió feliz al haber escuchado la dulce vocecita de su pequeño. Cuando regresó a la realidad sintió la mirada curiosa de Ryunjin.
-¿Tienes un hijo?- Él nunca negaría a su pequeño, así que tragó en seco y asintió.
-Si...tengo un hijo-
-¡Oh dios mío!- la mujer chilló, y le sonrió dulcemente- de seguro es igual de lindo y tierno que tú.-
Wooyoung disfrutó de la compañía de Ryunjin, la chica era muy amable y linda así que podría decirse que se hicieron amigos rápidamente.
-Bueno me voy llendo Woonie, tengo que ir a ocupar mi puesto en la recepción, nos vemos luego-
-Sí, luego nos vemos- ambos se sonrieron.
Wooyoung tomó el ascensor ya que el piso de la oficina del señor Choi se encontraba en el último piso. Una vez llegó al piso correspondiente caminó hacia la oficina del señor Choi. Paró en seco cuando escuchó unos gritos dentro de ella.
-¿¡Por qué diablos prohibiste mi entrada!?- era la voz de una chica.
-Por esto- la voz de San se escuchaba aburrida y fastidiada- entras a mi editorial como si fueras la dueña, haces escándalos y me haces escenitas de celos.-
-San- la voz de la mujer cambió notoriamente- te extraño-
-Yo no, por favor vete, estás en mis horas de trabajo y me fastidia que me interrumpan en mis horas laborales-
-Pero San, vamos a divertirnos- la voz de la mujer ahora sonaba provocadora- como en los viejos tiempos-
Wooyoung decidió tocar la puerta ya que estaba cansado de esperar que el drama del interior de la oficina de su jefe acabara. Escuchó un "pase" y así lo hizo encontrándose con la cara de fastidio de su jefe y una linda chica con joyería cara y un vestido rojo que no dejaba mucho a la imaginación.
-¿Quién es este?- la mujer miró a Wooyoung de piés a la cabeza.
-Y-yo...- trató de responderle a la chica.
-Wooyoung- la voz demandante de su jefe sonó- no tienes por que darle explicaciones- Wooyoung observó cómo el semblante de la mujer cambió a uno de rabia.
-¿¡Este es uno de tus putas!?- la mujer gritó alterada y Wooyoung abrió los ojos con sorpresa.
-¿Perdón?- fué lo único que salió de su boca.
-¡Nayeon!- la voz del señor Choi sonó cansada nuevamente- No tienes por qué faltarle el respeto,él es solo mi asistente y será mejor que te larges si no quieres que te saque de aquí a patadas- la mujer soltó un grito de enfado y salió de ahí no sin antes darle una mirada indescifrable a Wooyoung.
Genial solo lleva la mitad del día en su trabajo y ya lo tacharon de puta.
