Draco, ¿eres tú?

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- Anda __________, vamos al parque. Has estado muy distante y distraída, anda, vayamos a respirar un poco de aire fresco. - suplica Sheccide mientras toma mis manos entre las suyas y se arrodilla levemente.

- El drama andando. - ruedo mis ojos.

En un inicio me pareció buena idea, no obstante, al llegar al parque y ver lo abarrotado que estaba, toda ilusión se esfumó.

- Sheccide ¿y si mejor vamos a un lugar más... solo?

- Deja de ser tan antisocial y encontremos una banca disponible... ¡no! mejor encontremos algo qué comer.

- Vayamos al quiosco de pizzas y ya. ¿Vale?

- Mejor eso que nada. - me toma de un brazo y me lleva arrastras hasta el quiosco.

- Bien, ¿de cuál quieres _______?

- Ammm la que sea. - respondo distante, mientras me distraigo observando a los alrededores en busca de una banca desocupada.

Es ahí cuando sentí un pinchazo en la nuca. Por un momento creí que algún niño me habría arrojado algo, por lo que me volteé con todas las intenciones de encararlo. Pero no me encontré con ningún niño, lo que vi fue a un chico platinado a la distancia entre dos árboles. Por lo que alcancé a ver, tenía una expresión dura.

Sin dudarlo, me liberé de la mano de Sheccide y corrí hasta él. El golpe fue duro y de frente a frente.

- Perdón, discúlpame, no te miré. - se disculpa un señor que andaba vendiendo manzanas acarameladas. Vagamente correspondí la disculpa tratando de volver a enfocar hacia el platinado, pero se había ido.

- ¿Por qué corres así? ¿Estas loca? - pregunta una Sheccide furiosa.

- Lo vi Sheccide, estoy segura que era él. - divago.

- ¿Quién?

- Nadie. - es mejor no contar más. Prefiero quedar como una desquiciada. A final de cuentas, ¿quién me creería? Ni siquiera Sheccide lo haría.

Mientras no esté - (Draco Malfoy y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora