III: El Deseo

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Al final prefirió no dormir, en realidad no estaba cansado «Descansé demasiado durante el viaje» se dijo David, durante toda su espera pensó en todo lo que hablaría con Ximena durante las largas horas que pasarían en el vuelo... Pero el sueño le ganó, se arrepientió cuando abrió los ojos y se dio cuenta de que solamente faltaban unos cuantos minutos para aterrizar y su amada estaba dormida. Simplemente la observó, era hermosa, su cabello dorado, su piel blanca. Suspiró de solo recordarlo.

Estaba en el exterior del hotel, viendo el amanecer, Ximena decidió entrar para acomodar las maletas en la habitación que reservó «Este lugar es hermoso» pensó, en vez de árboles como en las grandes ciudades había altas palmeras y se sentía cierta calidez incluso a esas horas. El sonido de los neumáticos sobre el asfalto le recordó a uno de los pocos momentos que atesoraba en su mente: tenía cerca de siete años, su padre era un aficionado de las carreras y decidió llevar a su familia a un gran evento. Estaban sentados en las gradas, observando el espectáculo. Su padre reía y besaba a su madre, que en aquel entonces aún era una mujer normal. Después lo tomaba con sus brazos y lo colocaba en sus hombros para que viera mejor.

-¿Estás disfrutando del show, campeón? -Le preguntó.

«Si» Suspiró, intentaba no pensar en su padre, no le gustaba, siempre terminaba triste, con un sentimiento de vacío oprimiento su pecho. En ese momento su teléfono comenzó a sonar, lo sacó de su bolsillo y se dio cuenta de que se trataba de James, oprimió el botón de responder y llevó el aparato hasta su teléfono.

-¡Éstas son las mañanitas que cantaba el rey David, a los muchachos...! -Comenzó el hombre, eso le sacó una sonrisa.

-Okey, okey ya entendí, no hace falta que cantes lo demás, James -Le respondió, el mayordomo se carcajeó.

-Siempre tan amargado, señor. Quería ser el primero en felicitarlo, ya son 18, ya es todo un hombre.

-Un hombre, sí -Repitió con ligero sarcasmo.

-¿No le emociona? por fin irá a la universidad y eso significa pocos pasos más para volverse el heredero legítimo de las empresas familiares -Guardó silencio unos instantes-, perdón, perdón, ya sé que no le gusta hablar de eso, pero su abuelo insiste mucho en eso.

-¿Cómo lo ves? -James era el único que podía ver al abuelo, fue el anciano mismo el que pidió eso, en sus palabras ‹‹No quiero que nadie más me vea en este estado, si lo hacen es porque me curé o porque me están velando››

-Los doctores dicen... Cosas no muy buenas, pero el señor se mantiene fuerte y toma su medicamentos a la hora estipulada -Suspiró-, pero hoy no debe preocuparse por esas cosas ¿entendido? Hoy debes disfrutar ¿A dónde fue la familia de ese encantador chico Oliver?

-Fue mmmmm -Lo pensó unos minutos.

-Oh no, a mi no me puede mentir, siempre que hace ese sonido es porque lo está pensando -Su voz se volivió seria-, ¿dónde está? ¿está bien?

-Tranquilo, tranquilo, baja la voz, no quiero que mi madre te escuche -Le respondió-, estoy bien, no te preocupes... Digamos que cambié un poco los planes, estoy con Ximena ¿la recuerdas? Es la chica de la que te hablé.

-¡Oh my god! -Se notaba la emoción en su voz- que emocionante, señorito. Y wow, no pensé que llegarían a eso tan rápido, bueno estas generaciones de ahora son muy rápidas, directo al sexo y eso, ya no hay romanticismo ni...

-¡¿Qué?! -Preguntó, sentía sus mejillas llenándose de color-, vinimos como amigos solamente, queríamos celebrar nuestro cumpleaños juntos y...

-¿Solamente? -Preguntó una voz detrás de él, se giró y vio a Ximena con una sonrisa-, ¿a qué te refieres?

Se quedó sin palabras, empezó a tartamudear ¿Qué se supone que debía hacer en una situación como esa?

El Deseo de Mi Amiga (Cambio de cuerpo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora