Melodía Perfecta [Emiliaco]

Armonía de amor 💛✨

Tu cara bonita es mi inspiración
Abrázame a tu corazón y no me dejes ir

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A veces puede ser difícil el cambiar completamente el estilo de vida al que se está acostumbrado, pero en ocasiones, esos pequeños cambios suelen ser el motivo de tu felicidad.
Claramente para Emilio y Joaquín fue complicado adaptarse a su nueva vida independientes, lejos de sus padres, siendo los completos responsables de un hogar y procurando convivir en completa armonía para evitar problemas, incluso solucionando estos cuando llegaban a aparecer. Lograron encontrar su punto de armonía y felicidad.

Ahora mantenían el apoyo de sus familias y se sentían más plenos en su hogar propio, poco a poco fueron consiguiendo más cosas que necesitaban y ambos aportando su granito de arena para su comodidad y para cubrir sus gastos. Dentro de sus propósitos estaba juntar dinero para poder salir de viaje juntos, distraerse un poco de lo habitual y pasar momentos agradables fuera de la ciudad, cosa que por factores externos a ellos no pudieron realizar, pero no perdían la esperanza de poder lograrlo.

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La temporada favorita de Emilio se hacía presente y le encantaba la idea de compartir su felicidad con el amor de su vida, en su propia casa y creando nuevas tradiciones con él. Sin duda amaba la navidad y en general las festividades de fin de año, desde chico le hacía ilusión recibir los regalos que “Santa Claus” le dejaba al pie de su árbol y despertar con emoción a destrozar la envoltura de estos.
Por el contrario, Joaquín creció sabiendo que eran sus padres quienes compraban los grandes obsequios que su hermana y él deseaban tener. Cada año recibían montones de regalos, pero no lo sentían muy diferente al resto del año, solo que en esa ocasión había un gran árbol decorado en una esquina de su hogar.

—Emi, ya regresé ¿en dónde estás amor? —Joaquín cerraba la puerta mientras entraba a su casa luego de un pesado día de universidad pero contento por al fin salir de vacaciones. Regularmente se esperaban en el parque de siempre para regresar juntos pero en esta ocasión sus horarios se vieron muy variados, por lo que decidieron irse por su cuenta.

—Hola mi amorcito ¿cómo te fue? Te extrañé mucho precioso —Emilio salió rápidamente de la habitación para abrazar y besar con cariño a su novio.

—Eres un cursi Emilio ¿qué escondes? ¿rompiste algo?

—El día en que no te diga apodos cursis vas a estar llorando por ellos, acuérdate de mí —fingió indignación y se cruzó de brazos, de hecho sí ocultaba algo, pero era evidente su terrible técnica para disimular, parecía un niño escondiendo travesuras.

—No, ya mi vida, ven —abrió sus brazos para envolverlo con ellos y mimarlo —Eres una cosita hermosa, te amo. También te extrañé mi amor —regularmente las personas piensan que cuando una pareja decide independizarse y comenzar a vivir juntos la “chispa” se debilita debido a la rutina, las obligaciones y de cierta forma creen que caen en un ambiente aburrido, pero ese no era el caso de ellos, pues al estar más tiempo juntos encontraron su equilibrio y lograron conocerse mejor, lo cual simplemente los enamoró más. En ocasiones solían ser demasiado cursis y solo se dedicaban a mimarse, pero igual podían pasar horas charlando y riendo como buenos amigos.

Emilio quería pasar una navidad perfecta con Joaquín y sus familias, de eso se iba a encargar a como diera lugar, ya tenía muchas cosas planeadas, en especial el obsequio de su novio, que claramente terminaba de esconder cuando llegó a la casa, fue una fortuna haber estado ahí a tiempo, ya que aprovechó el tiempo libre para hacer sus compras sorpresa.

—Joaco ¿en tu casa que suelen cenar cuando es navidad o año nuevo? —ambos se encontraban en su pequeña mesa terminado de almorzar.

—Mm pizza