Catorce 🎶

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N 🎶

La relación entre Joaquin y Emilio cada vez era mejor, ahora hablaban más seguido, de hecho habían creado su pequeña rutina, en la mañanas siempre había un "buenos días", hablaban volviendo de clases para platicar cómo les había ido y antes de dormir se daban las buenas noches. Intercambiaron más redes sociales, en las cuales Joaquin subió su ahora foto preferida, la mayoría de comentarios eran acerca de lo bien que lucía y el hermoso paisaje capturado en el momento perfecto, pero Emilio sabía que esas personas solo notaban lo superficial, él veía en esa foto el carisma, la ternura y los lindos sentimientos de Joaquín.

En los descansos de los ensayos de la orquesta Emilio le enviaba mensajes a Joaquín, algunos acompañados de fotos que tomaba estando ahí, fotos de Arturito, de los demás estando distraídos o de partituras que tocaban.

Una persona observaba un comportamiento diferente en Emilio estando ahí, antes no sonreía tanto a su celular y se concentraba más en aprovechar sus descansos para preguntar cosas de las que tenía duda o para practicar solo, por el contrario, ahora su teléfono es su distracción y le intrigaba saber qué pasaba. Era quien más hablaba con Emilio, ya que este se veía solo casi todo el tiempo, consecuencia de ser el nuevo y de ser el menor; a pesar de esto no es como que tuvieran mucha confianza, a penas se contaban algunas cosas básicas para tener tema de conversación, pero ya se encargaría de averiguar qué pasaba.

En una de las conversaciones entre Joaquín y Emilio planeaban algo que a ambos les emocionaba, Joaquín deseaba aprender a tocar un instrumento y Emilio se ofreció enseñarle, cosa que el menor meditó unos días y al final decidió acceder a esto, incluso coincidió con uno de sus favoritos de Emilio, lo cual le emocionaba más. Como una buena excusa para verse quedaron en salir para hablar acerca del instrumento que debía conseguir, entre otras cosas, también para planear cuándo serían sus primeras clases.
Habían acordado verse en el parque donde ya habían estado anteriormente, pero Joaquín le propuso ir a su casa, cosa que a Emilio le tomó por sorpresa completamente y no es que se avergonzara de su casa, él está agradecido y feliz con lo que tiene, pero era claro que había mucha diferencia entre uno y otro, trató discretamente de sugerir otros lugares para verse pero Joaquín era insistente y terminó convenciendo a Emilio de ir a su casa el domingo, ya que este todavía era uno de los aburridos y no tenían nada qué hacer.
Acordaron reunirse en el parque y desde ahí dirigirse a la casa de Emilio, ya que Joaquín quería conocer un poco más y vivir cosas que hace el mayor.

Llegó el domingo y tal cual como habían quedado se reunieron en el parque, Emilio llegó unos minutos tarde debido a que terminó de arreglar su casa para su llegada y advirtió a sus padres que no hicieran bromas sobre ellos, quería dar una buena impresión a Joaquín cuando llegara y sabía que sus padres eran malos con la discreción.

Al verse se saludaron simplemente con un hola y una sonrisa, Joaquín tenía unas cuantas flores que había recogido mientras esperaba y al aparecer al fin su acompañante le lanzó todas estas junto a un reclamo por sus minutos de retraso, pero claramente no estaba molesto, solo quería hacerse el dramático con Emilio, pues ahora se tenían mucha confianza para bromear.
Platicaron unos minutos y luego decidieron emprender su camino a la casa del chico mayor.
Esperaron un taxi y ambos subieron al vehículo en la parte de atrás, Emilio le indicó al chofer la dirección de su hogar y el camino se vio envuelto entre pláticas de ambos chicos, dn las cuales el menor admitía que nunca había viajado de esa forma, puesto que toda su vida ha tenido chofer personal, por lo cual estaba emocionado de hacerlo por primera vez, además que estaba emocionado por conocer un poco de la vida de su nuevo amigo.

Después del emocionante y novedoso viaje para Joaquín, al fin llegaron a su destino y pudieron divisar la linda casa color blanca con un pequeño jardín en la entrada, puerta café y unas grandes ventanas con cortinas recogidas. Pararon justo enfrente y después de pagar se bajaron, Emilio caminó hacia su hogar guiando a Joaquín para entrar, le invitó a pasar y el menor observó todo con fascinación, tenían fotografías enmarcadas en las paredes lo cual llamó su atención, en ellas retrataban momentos lindos de la pequeña familia. Caminaron más adentrándose en la casa y fue cuando hallaron a la madre de Emilio quien terminaba sujetar su cabello en una coleta y en cuanto vio a los chicos se acercó a saludar.

Melodía Perfecta [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora