Melodía Perfecta [Emiliaco]

Trece 🎶

J💎

Después de mucho tiempo me divertí con alguien. Nunca tuve tantos amigos y ahora menos, pero quién iba a pensar que me sentiría tan a gusto con uno de los músicos pagados por mis padres y es que parece realmente ser alguien sincero en quien se puede confiar, quizá debería hacer caso a mi impulso e instinto y darme oportunidad de crear una amistad con él. Hasta el momento me ha demostrado que no le importa quién soy, solo lo que soy y eso me agrada.
No puedo creer que yo siendo tan delicado en muchos aspectos haya accedido así de fácil a lanzarme del columpio, pero es que la sonrisa en su rostro me demostraba lo mucho que disfrutaba hacerlo y me lo contagió, entonces simplemente lo hice, creo que a veces es mejor no pensar tanto las cosas. Ahora debo encuestar a las personas con las rodillas un poco mojadas por el pasto y con algo de dolor por dentro, pero nunca había disfrutado tanto tener dolor y la ropa sucia como lo hago ahora.

Después de habernos levantado del suelo, comenzamos a caminar alrededor del parque buscando personas a quienes podríamos encuestar. Le di a Emilio la sencilla tarea de fotografiarme mientras estuviera encuestando a las personas, lo cual parecía disfrutar, pues, desde que le di mi celular para tomar fotos, comenzó a fotografiarme sin sentido, simplemente diciendo que el paisaje era muy bello para retratarlo, cosa que para nada me molestaba, de hecho hasta era divertido y hacía menos tedioso mi trabajo.

Una vez estuvimos cerca de la gente, sentí nervios de hablarles, pero Emilio me ánimo y me dio algunas ideas para poder hablar con ellos, es lógico que él siendo músico tiene algo de experiencia en controlar los nervios, ha estado en varios escenarios según lo que sé y varias ocasiones en mi casa, me imagino que presentarse frente a mucha gente es complicado, así que simplemente lo hice y una vez estando frente a esas personas recordé cada palabra que él me había dicho y me ayudó a superar mi miedo a hablarles.
Cuando termine la primera encuesta fui hacia Emilio y me felicitó por haber hecho bien mi trabajo, después de eso las demás fueron pan comido. Todo fluyó muy bien, al terminar el resto de mis encuestas caminamos hacia una banca que estaba cerca y nos sentamos para que así yo pudiera revisar las fotos que había tomado que me serviría como evidencia para incluir en mi investigación.
Entre todas las fotos mías hablando con gente y encuestandolos, encontré las que él tomó mientras yo no prestaba atención y debo aceptar que son muy buenas, son muy espontáneas y en la mayoría hay presente en mi rostro una sonrisa, cosa que, si comparamos con el resto de mis fotografías que he subido a redes sociales, tienen un aspecto y una vibra muy diferente.

—Eres buen fotógrafo eh
—¿Qué? —respondió algo distraído, parecía concentrado en algún punto del paisaje frente a nosotros, a lo cual solo le enseñé las fotos haciendo un gesto de aprobación a ellas. —Oh, eso. Tener un buen modelo inspira —eso definitivamente me produjo un pequeño sonrojo, pero lo disimulé girando el rostro y viendo las demás fotografías en mi celular.

Mientras me concentraba en elegir las que usaré para mi proyecto, vi de reojo que Emilio se levantó y caminó hacia un árbol con flores amarillas que estaba cerca de la banca donde nos encontrábamos sentados. Fijé mi atención en él y vi que tomaba unas cuantas de las que estaban en el suelo y les sacudía un poco la arena que tenían, luego se giró hacia mí y me llamó con la cabeza para que fuera con él, así que eso hice. Una vez estuve a su lado comenzó a colocar delicadamente las pequeñas flores entre mis rizos, acomodando un poco estos ya que estaban despeinados. No salió nada de mi boca, solo me quedé quieto y le devolví la sonrisa que me ofreció mientras observaba la forma en la que tomaba cada una y luego observaba mi cabello planeando dónde colocar la siguiente, su rostro era relajado y al estar cerca pude notar que su piel es muy blanca y sus labios rosas, que en conjunto dan un toque delicado a su imagen, tomando en cuenta el profundo color de sus ojos café, es un poco más alto que yo, aún así se colocaba de puntas para poder tener mejor visión de lo que hacía.
Una vez terminó de colocar sus florecitas, sacó su celular y me pidió que no me moviera, simplemente que fuera natural. Me causó algo de gracia y ternura ver cómo planeó todo esto para sacar una simple foto, entonces se acomodó enfocándo su cámara y yo solo me limité a colocar mis manos detrás de mi espalda y mantener la sonrisa enternecida que me producía ver la forma en la que se esforzaba por encontrar un buen ángulo, mientras, él sonreía con satisfacción al ver el resultado de su fotografía, la cual me enseñó mientras alzaba las cejas presumiendo su gran trabajo. Al ver la fotografía no pude evitar sonreír de oreja a oreja y sentir mis mejillas tibias, era realmente linda, las flores en conjunto con el cielo rosado por el atardecer y los árboles con flores por detrás, definitivamente hacían que esta fuera la foto perfecta, sin filtros, sin gestos forzados, todo tan natural, sin duda se ha convertido en mi favorita.
Me quedé sin palabras, simplemente observando ese retrato que mostraba algo más que una simple pose, quizás dejaba al descubierto una amistad o un sentimiento inexplicable.