Soulmates

Parte 12 Besarla siempre que pudiera

Era inútil seguir intentando convencerse de que no estaba más jodida que en toda su vida, de que todos los esfuerzos que creía que habían servido de algo esos años, solo habían enterrado lo que sentía por Lexa, pero no lo habían borrado. Seguían ahí alimentándose año tras año mientras ella era ajena a lo que se estaba formando, esperando el momento exacto para salir a la luz y dejarla indefensa, asustada y jodida, sin saber que hacer con todo aquello, que le había explotado de repente en la cara y sin previo aviso.

Las palabras de su ex tenían más sentido que nunca, se molestó cuando la escuchó porque no podía ser verdad ¿Cómo se atrevía a decirle aquello? Y durante el camino de vuelta a casa trató de justificarlo y convencerse de que ellas dos eran así, que hacía mucho tiempo que había superado aquello, pero no podía explicar por qué se había estado sintiendo diferente aquellas últimas semanas. No podía explicar las ganas que tuvo de besarla durante aquel jueguecito con pistolas de agua, ni evitar pasear la vista por sus labios y tener que contener la respiración.

Se le ocurrió la estúpida idea se saltar sobre el sofá, porque el corazón se le había vuelto loco en el pecho por tenerla pegada a ella, por tener esos ojos verdes mirándola tan de cerca y con tanta intensidad. Porque de pronto todo lo que sintió por ella volvió a explotarle de golpe en la boca del estómago y el corazón maltrataba sin piedad su pecho mandando señales muy claras y potentes a su cerebro, no debía de ser así, esas señales no debían de existir y aún así lo hacían y eran jodídamente cristalinas, y estaba segura de que no podría evitar besarla de un momento a otro si no se le ocurría algo. Siempre había pensado que era preciosa, por eso cuando era adolescente se pasaba mirándola siempre que podía y cuando no se daba cuenta todavía la miraba más. Un rostro esculpido por los mismísimos Dioses, pero en esos momentos le pareció literalmente la mujer más perfecta del mundo, seguramente lo era. Y no tenía otra explicación mas que nunca dejó de sentir por ella, que la había querido todo ese tiempo, no como una amiga, si no como algo mucho más grande, pero se había engañado a si mima, se había engañado tanto que terminó creyéndoselo, necesitaba auto engañarse porque si no iba a poder estar con ella no valía la pena sufrir por eso. No sabía que había sido exactamente lo que había pasado, qué era lo que había hecho derrumbarse aquel muro protector desde sus cimientos, justo ahora.

Era imbécil, porque el verla sonreír le produjo unas corrientes de calor que nacieron en su pecho y convergieron todas a la vez en el centro de su vientre. No pensó que al tirarla la arrastraría con ella, no pensó que otra vez iba a acabar tumbada sobre su cuerpo y era lo último y a la vez lo primero que quería que pasara. Dios mío, se moría por besarla, era la necesidad más fuerte que había tenido nunca por besar a alguien, esos labios llamaban su atención y no tenía que mirarlos. ¿Pero qué coño te pasa Clarke? No puede ser que estés enamorada de ella y hayas estado tan ciega como para no darte cuenta, pero ¿Cómo se explicaba si no, todo lo que estaba sintiendo justo en ese momento? No podía concentrarse en nada con Lexa debajo y mirándola así, pero aquello no estaba bien, era su mejor amiga joder. Estaba dolida con Faith y Lexa estaba conociendo a alguien por muy indeseable que le pareciera eso. Tal vez ahora tenía un poco más de sentido que las odiara a todas y cada una de ellas, en especial a Juliana, porque era la primera que de verdad había llamado la atención de la morena ¿Y eso dónde la dejaba a ella? Lexa se enamoraría de ese ser ¿Y ella qué? ¿Por qué con Juana si? Fue lo mismo que pensó cuando empezó a salir con Morgan. Dios mío Clarke ¿Qué broma de mal gusto es esta? No te hagas esto a ti misma por favor.

No se había sentido así ni la primera vez que besó a Faith y estaba segura de que se había enamorado de ella. Creía haber estado segura de tantas cosas que ahora ya no sabía que creer. No puedes hacer esto Clarke, ni a ti ni a Lexa ¿Cómo coño crees que va a reaccionar si la besas? Lo vas a joder todo y no vas a poder explicarlo después. Por eso intentó una retirada, pero tenía tantas ganas de besarla que se frustró tanto mientras intentaba alejarse que ni pensó lo que hizo a continuación, simplemente lo hizo porque no le quedaban más opciones, tal vez era porque tampoco las quería. Necesitaba probar sus labios y arriesgarse a sentir. A sentir más. En ese momento le daba completamente igual todo lo demás, le daba igual Faith y le daba igual Juliantina, sobre todo porque no se acordó de ninguna de las dos. Los segundos que tardó Lexa en reaccionar le parecieron un mundo y estaba segura de haberla cagado, pero cuando empezó a devolvérselo se le nubló el pensamiento y todas las funciones de su cuerpo quedaron en un segundo plano porque lo que empezó a sentir era tan fuerte que no dejaba espacio para nada más.