Soulmates

Parte 16 ¿¡De verdad quieres saberlo!? Estoy enamorada de ti

Se frustró, se enfadó con Clarke pero en realidad estaba enfadada consigo misma, estaba muy cabreada porque se sentía muy gilipollas por haber creído la noche anterior que por momentos, para Clarke también estaba siendo algo más y si lo pensabas fríamente era absurdo, era absurdo porque cuando le dio la impresión de que la rubia se iba a echar atrás, cuando la vio dudar de si seguir adelante o no con aquello, dijo la única cosa que pensó que la retendría allí a su lado. Necesitaba volver a hacer el amor con ella, y funcionó, cuando Clarke escuchó de su boca que simplemente iban a follar y ya está, que ni siquiera tendrían que hablar de ello, volvió a ponerlo todo en marcha. Le daba igual por qué lo hiciera en aquel momento, que sus motivos estuvieran cada uno en extremos opuestos. Solo quería volver a hacerlo otra vez. Culminar aquel fin de semana en el que le hubiera gustado quedarse a vivir para siempre, dónde todo era tal y cómo ella deseaba que fuera, una realidad alternativa frágil y efímera, a la que pensaba agarrarse con todo lo que tenía mientras durara.

Se durmió pensando en que por la mañana iba a decírselo por fin, porque había vuelto a ser demasiado especial, lo sintió así y pensó que tal vez esta vez sería diferente, porque lo que la rubia le había transmitido le había dado esperanzas. No follabas ni estabas así con nadie si no era posible que hubiera algo más. Necesitaba soltarlo de una vez y ver que pasaba, pero que pasara algo, lo que fuera, para poder avanzar en un sentido u en otro, juntas en ambos casos. Cómo se levantó sintiendo todavía lo mismo y algunas partes de su cuerpo todavía sentían el tacto de las caricias y los besos de la noche anterior y vio que Clarke seguía a su lado, respiró hondo y se armó de valor. No podía ocultarle sus sentimientos para siempre, no si seguían así, si seguían creciendo cada vez más. Pero se dio la hostia de realidad más cruel de la historia al verla llorando por otra.

Los días siguientes decidió guardar silencio, no sabía como explicarse, pensaría que decirle y cómo hacerlo y entonces podrían mantener una conversación, la que llevaba necesitando desde hacía demasiado tiempo y hasta ahí había llegado, pero necesitaba un poco de tiempo para hacerlo, el justo y necesario para reunir el valor suficiente y encontrar el momento adecuado. Clarke pasó de intentar hablar con ella cada día a simplemente saludar y despedirse cada vez que entraba o salía de casa, se había dado por vencida en espera de que ella diera el paso cuando estimara conveniente. A veces pensaba en hacerlo, pero le dijo que iba a pasar unos días a casa de Faith y se volvió a encerrar en ella misma. Unos días fueron concretamente 5, cinco días en los que apenas supo nada de ella más que algún mensaje de WhatsApp. Y volvió, volvió con una noticia, una noticia que terminó por romperla en dos y llenarla de ganas de meterse bajo tierra y no salir nunca más. "He vuelto con ella" cuatro palabras, solo cuatro, pero con un poder devastador impresionante, le dijo "Me alegro mucho por ti" y se encerró en la habitación. Había pasado una semana de aquello y apenas habían vuelto a hablar. Sabía que Clarke lo estaba pasando mal, lo sabía sin necesidad de mirarla, pero cuando se la cruzaba, su cara lo reflejaba todo. Se le había hecho bola la situación y no sabía como enderezarla de nuevo, porque que ahora le dijera lo que sentía no tenía demasiado sentido, pero lo tenía que hacer igualmente, porque a esas alturas no esperaba conseguir que la rubia le dijera que sentía algo por ella, eso quedaba plenamente descartado en cuanto decidió volver con aquella mujer, solo quería quitarse ese peso de encima y no tener que fingir más, ya no podía más con ese peso sobre los hombros, la reacción de Clarke ya le era indiferente y estaba preparada para escuchar ese "Lo siento Lex, pero la quiero a ella, eres mi mejor amiga" Porque lo llevaba escuchando todos esos años sin necesidad de que su amiga lo pronunciara. Si seguían a si, la iba a perder de todas formas, porque ya lo estaba haciendo, jamás habían estado igual de distantes que en aquel momento. Se lo diría y encontrarían una solución juntas, como siempre, al menos ya no tendría que mentirle más y la rubia la entendería.