Soulmates

Parte 7 Hacer las cosas bien

Tan jodida cómo siempre, no podía decir que había avanzado mucho la verdad y que dijera cosas cómo que ella, su persona, era la mitad de lo que era la rubia pues no ayudaba demasiado y le daban ganas de decirle "Pues acércame más, deja de mirar hacia otro lado" y su estúpido cuerpo reaccionaba cómo si pudiera besarla, cómo si en esos momentos pudiera tomarle la cara y besarla sin más, cómo si de verdad pudiera estar con ella y todo se le hacía más cuesta arriba, como decirle que la iba a apoyar en lo que más odiaba hacer, no le quedaba otro remedio o estaba segura de que su relación se resentiría por su culpa, porque una mejor amiga no debería reaccionar así. Tenía que hacer de tripas corazón y enfrentar la realidad que le había tocado. No se podría permitir más enfados como el de aquella noche, porque después no funcionaba bien durante el tiempo que estaban así, y no le venía bien para quitársela de la cabeza. Clarke quería volver con Faith y eso era lo que había, ni más ni menos y por mucho que a ella le jodiera por varios motivos diferentes, no podía hacer nada para cambiarlo, así que tocaba hacerse a la idea.

Estaba segura que cuando salió de casa aquella tarde era para verla a ella y se pasó llorando la media hora siguiente, frustrada por no poder hacer desaparecer la sensación que se le había instalado en medio del estómago, porque parecía que la rubia iba en serio con eso de darle otra oportunidad y no podía evitar sentirse así, debía ser algo parecido a la angustia que sentía alguien a quién estaban enterrando vivo, porque era lo que se veía obligada a hacer, a enterrar unos sentimientos que estaban demasiado vivos en contra de su voluntad y era un poco desesperante saber que tenía que enterrarlos muy al fondo porque Clarke le daba los suyos a otra persona. Asfixiante. Tanto que se le formaban nudos en la garganta y terminaba llorando por mucho que intentara aguantarse. A veces tenía la sensación de que podía controlar todo aquello, pero era pasajera, entonces Clarke volvía a aparecer, a abrazarse a ella y a decirle que la quería, a decirle cosas que volvían a darle de bruces con la realidad, una en la que seguía igual de jodida que al principio.

Aquella noche al final se quedó dormida en su cama, hubiera tenido que irse, pero se quedó, como hacía siempre. Elegía siempre la peor opción, pero era la opción en la que estaba Clarke, eso era directamente como no tener más opciones. No podía hacer otra cosa.

Llegó a casa por la tarde después de currar y escuchó las risas en el salón, pensó "Por favor que no este con Faith" mientras apretaba fuerte la mandíbula y sintió un par de latidos raros, solo le había pedido una cosa, no la quería en casa. Desde que aquella chica llegó a la cuidad a veces pensaba en cuánto le dolería verla con Clarke, porque no la había visto nunca en persona, solo alguna que otra vez a través de la pantalla del ordenador, esas veces que le daban ganas de cerrar la pantalla de golpe y decir que se le había estropeado, así que no se quería imaginar cómo sería esa primera vez, supuso que se moriría si veía a Clarke besarla o incluso cuándo le diera la mano, una cosa era saber que lo hacía y otra muy distinta estropear sus preciosos ojos con aquella imagen. Gracias a Dios escuchó otra risa, una de hombre, le cambió la perspectiva de golpe y el cuerpo entero se le relajó agradablemente.

¿Habéis empezado una fiesta sin mi? - Se apoyó en el marco de la puerta con una sonrisa -

¡Lexa! - Exclamó Murphy - ¡Por fin apareces!

Te traigo una birra - Dijo Clarke mientras se levantaba sonriente -

Nos dejaste plantados la otra noche, no se me olvida

Caminó hasta el chico, que estaba sentado en el suelo con la espalda apoyada en el sofá y la cogió por la pierna haciéndola así caer sobre él.

Tengo un motivo de peso, estaba esperando a soltar la bomba cuándo estuvierais las dos

Eso, cuéntanos cual es tu excusa barata para que no se te vea el pelo últimamente - Clarke apareció cervezas en mano y se sentó frente a ellos antes de dárselas -