Parte 2 ¿Puedo dormir contigo esta noche?

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Nunca había soportado ver a Lexa mal y menos cuando era por su culpa. No hubiera pasado nada si simplemente se hubiera cabreado con ella, pero no solo fue eso, había algo más, algo que no llegaba a descifrar y sabía que en cuanto se metió en la habitación empezó a llorar y a ella se le encogió el corazón en el pecho. Quería entrar, pero también sabía que no era buen idea en esos momentos. Tenía claro que se lo iba a tomar a mal y tenía razón al hacerlo, pero ni siquiera le había dado opción a explicar el por qué quería quedar con ella, aunque no lo tenía del todo claro, era raro, confuso y quería descubrirlo, necesitaba verla y averiguar por qué.

Conoció a Lexa en su primer día de clase en el instituto, a su padre le ascendieron el trabajo y se mudaron a Vancouver desde Alberta, no estaba demasiado lejos para las distancias de Canadá, así que el cambió no fue muy brutal. Iba a echar de menos a sus amigos, pero Lexa se acercó a ella y de pronto aquello le pareció que no iba a ser tan horrible, Raven, Luna y Murphy ayudaron también en el proceso, pero con Lexa siempre había tenido una conexión especial, una que no había tenido nunca con nadie hasta la fecha. Y pasaron hacerlo absolutamente todo juntas.

A los quince se dio cuenta de que le pasaba algo "raro" porque cada vez que miraba a su amiga y la veía sonriéndole el corazón cambiaba su ritmo habitual y se aceleraba aparentemente sin ningún motivo. Muchas veces se quedaba enganchada a aquellos ojos verdes y pensaba "Joder" pero tampoco entendía muy bien por qué. Antes no le pasaban esas cosas. Cuando Octavia hablaba de lo que le encantaba Kyle y la forma que tenía de describir lo que le pasaba con él, ella se asustaba porque algo muy parecido era lo que le pasaba con Lexa, pero no podía contárselo a nadie porque no quería que la llamaran rara ni que se metieran con ella. Además mientras ella se esforzaba por mantener a raya lo que le estaba pasando, a Lexa lo que más parecía importarle eran las notas, el tener tiempo para quedar con sus amigos y sus partidos de baloncesto, por eso ella la miraba desde la grada cabreándose consigo misma porque no podía apartar la mirada de su mejor amiga y pensaba cosas como "¿Cómo será besarla?". Alguna vez con mucha fuerza de voluntad había intentado sacarle el tema de "Relaciones sentimentales" porque todo el mundo a su alrededor parecía estar en otro nivel y ellas nunca hablaban de ello. Un día le preguntó "¿Te gusta alguien Lex?" Y su amiga le dijo que no, cuando le preguntó "¿Y a ti?" Negó con la cabeza porque no le gustaba mentirle y si lo verbalizaba la mentira sería el doble de potente.

Aprovechó la oportunidad de su vida cuando jugaron a la botella en casa de Kyle, intentó aparentar como que era algo trivial, sin ninguna importancia, no quería que Lexa se diera cuenta de que estaba temblando por dentro, y lo que sintió al besarla fue lo más increíble que había sentido nunca y hubiera dado lo que fuera por no tener que separarse de aquellos labios jamás en la vida.

Se rayó durante semanas ¿Qué tenía de malo sentirse así? Tenía de malo que era su mejor amiga y si se lo decía puede que lo estropeara todo, pero no podía soportar aquella carga mucho más tiempo, Lexa tenía que saberlo, seguro que no la dejaba de lado, era su mejor amiga, aunque no se sintiera igual, no la iba a apartar de ella. Pero entonces le llegaron rumores de que a Aaron le gustaba Lexa y le volvió a preguntar "¿Lexa, te gusta alguien?" Y Lexa volvió a decirle que no "¿Ni siquiera Aaron?" Y su amiga se encogió de hombros.

Se lo tomó como una señal de "Para Griffin" porque puede que si que le gustara.

Después se enteró de que se habían besado y Lexa no se lo contó, se cabreó mucho con ella por eso, mitad porque se lo ocultara y mitad porque significaba que ella era gilipollas. Y en un arrebato de media sinceridad le contó a Lexa que le gustaban las chicas, o que eso creía, porque el género masculino no despertaba nada en ella, quizás esperó que le dijera algo que pudiera ayudarla a saber que hacer a partir de ahora, porque aquel beso fue alucinante y no se lo podría sacar de la cabeza. Si Lexa pudiera sentir algo parecido por ella, le había puesto la oportunidad en bandeja para que lo dijera, pero no dijo nada, estaba claro que para Lexa no había significado lo mismo que para ella. Fue ahí cuando tomó la decisión de cortar por lo sano con lo que llevaba arrastrando aquel tiempo, así que empezó a liarse con tías, con todas las que pudo, al principio notó a su mejor amiga algo distante pero poco a poco todo fue volviendo a la normalidad y a medida que pasaba el tiempo, ella dejó de sentirse así.

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