RELIGIÓN [JAKEHOON]

I

La familia Shim, una familia creyente, religiosa y con mucho dinero, cuyos hijos tienen todo lo que quieren a excepción del amor que un padre y una madre pueden brindar.

Jake tenía 17 años, iba a cumplir los 18 y a esa edad nunca ha dado su primer beso y mucho menos sabía lo que era masturbarse y cosas con referencia al sexo, Su hermano Chan era mayor que él por 3 años y era el único en quien podía confiar, muchas veces su hermano podía ser liberal pero trataba de que sus padres no lo noten, Jake ya lo ayudaba lo suficiente encubriéndolo como para meterle ideas que él por iniciativa propia aún no pedía.

—buenas tardes papá, buenas tardes mamá.

La mujer de hebras castañas lo miró de pies a cabeza.

—Te dimos permiso para que vayas a una reunión no una fiesta donde no se sabe que delincuentes irán.

—y será así, ¿me veo mal? — preguntó Chan.

—Esa ropa es muy ajustada, no está bien visto, ve a cambiarte— esa era la orden se su padre.

—pero papá...

— nada de peros, deberías aprender de tu hermano, Chan, él está vestido correctamente.

El pelinegro rodó los ojos y subió a su habitación para cambiarse.

—no sigas el ejemplo de tu hermano, esta vez irás a la reunión porque necesitas distraerte pero siempre ten en mente la palabra de nuestro señor hijo.

Jake asintió. Aunque admitía que odiaba que hablaran así de su hermano cuando éste era alguien muy bueno.

Al poco rato Chan bajó usando un pantalón de vestir, una camisa una talla más grande y un chaleco de lana.

—¿contento?.

—Muy contento — respondió su padre con una sonrisa.

Luego de eso, Chan y Jake subieron a la camioneta que los esperaba con su chofer para dirigirse a esa "reunión".

En el camino el pelinegro abrió su mochila y se cambió.

—¿Qué haces? —preguntó el menor.

—cambiándome duh. —fue sarcástico.

—ya sé pero papá dijo...

—papá no está aquí Jake, a parte no iba a usar esa horrible ropa en la fiesta.

—¿fiesta? Creí que era...

—mira Jake, ya es hora de que salgas y experimentes, eres un chico dulce y lindo, mereces conocer la realidad, no todo es como nuestros padres lo pintan.

—pero si nos descubren..

—no lo harán, la fiesta es en el sótano de una gran casa, ten por seguro de que ni los vecinos sabrán que habrá una fiesta ahí.

Jake asintió.

—¿y de quién es la fiesta?.

—de Minho, ese chico es un riquillo pero buena onda, y él me presentó a alguien— un rubor se expandió por las mejillas del pálido.

—¿te gusta?.

—sí.

—¿Quién es esa chica?.

Chan sabía que Jake aún no estaba preparado para oír su historia amorosa así que evadió la pregunta.

—luego la conocerás, hoy no vendrá.

De pronto el auto se estacionó y ambos jóvenes salieron para luego despedirse del chofer y entrar a la dichosa fiesta.

Al entrar, vieron a mucha gente, bebidas por todos lados, parejas besándose y la música a alto volumen.