CAPÍTULO 2

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—¡June!

La calidez del local una vez que abre la puerta golpea directamente su rostro, junto con los aromas característicos de la masa y la salsa de tomate. No había podido dejar de hojear una y otra vez la libreta mientras caminaba en dirección a la pizzería.

—¿No me dijiste que te vas a Seúl? — El chico en el mostrador entrecerró los ojos justo en el momento en qué lo vio acercarse, por supuesto, Donghyuk, su mejor amigo.

—¿Cómo...? Ah, sí, Lisa.

Y aquí es dónde Junhoe repite, no son amigos, precisamente por esto.

—Sí, me escribió diciendo que estabas actuando raro, más de lo usual. — Responde el castaño mirando a su amigo acercarse hasta la barra.

—¿Dijo algo más? — Pregunta mirando fijamente a su amigo, recordando el incidente con el libro de sexualidad.

—Sólo para que sepas, tienes totalmente mi apoyo. — Donghyuk rodea la barra y camina hasta el más alto, colocando su mano sobre su hombro. Junhoe se ríe.

—Gracias, Dong, pero sigo siendo hetero. Y no iré a Seúl. — Recalca, negando con la cabeza, aun una sonrisa creciente. — Sólo no quiero ver a nadie durante las vacaciones.

La sonrisa del chico castaño se vuelve dolida, mientras intenta ocultar una sonrisa.

—¿Ni siquiera a mí?

—Por supuesto, necesito Pizza gratis. — El castaño sonríe, negando con la cabeza y vuelve detrás del mostrador.

La pizzería es un lugar pequeño, algunas mesas por el frente, un librero del lado derecho y una pantalla en el izquierdo, no mucho más. Lo importante es el sabor. Recuerda Junhoe al dueño del lugar decir.

—Entonces, ¿qué harán en tu familia para navidad? — Pregunta el rubio, mirando a su amigo teclear unas cosas contra la pantalla de la caja.

—Oh, será genial. Mi tía trabaja para la televisión, traerá toda la comida que no utilicen.

—Deberías avisarme cuando abras tus regalos.

—¿Por qué? — Cuestiona el castaño levantando la vista.

—Porque ayudé a tu mamá a elegir el tuyo.

—¡Debes darme una pista! — Exclama emocionado.

—No, nunca.

—¡Debes hacerlo, dame una pista!

—Humn, ¿conoces esos robots japoneses de tamaño real?

—¡De ninguna manera! — Los ojos de Donghyuk se abren en sorpresa y emoción, sus pupilas dilatándose en felicidad.

—No es eso. — La sonrisa en el rostro de Junhoe se agranda, no pudiendo evitarlo.

—Te odio. — Suspira antes de escuchar a su compañero en la cocina llamarlo.

Sacando la libreta del bolsillo de su abrigo, llegando hasta la hoja dónde horas atrás, con las letras sobre las líneas irregulares, la frase regresa a su cabeza, con una voz completamente diferente a la suya, como si pudiera escuchar al chico que escribió aquella locura en su cabeza.

"¿Te vas a quedar sólo en navidad?"

—¿Qué tienes ahí? ¿Un diario? — Donghyuk pregunta elevando la barbilla mientras apunta al objeto entre sus manos, mientras se acerca.

El rubio niega rápidamente, levanto la mirada.

—No, lo encontré en Strand. — Murmura volviéndose hasta el cuaderno. — Oye, — su voz se vuelve más animada, mostrando las páginas de la libreta. — ¿Reconoces esta letra?

Do you dare? » JunHwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora