CAPÍTULO 13

109 14 122
                                    

La luz filtrándose a través de sus cortinas golpearon directamente su rostro, tan pronto como su cerebro comenzó a despertar, abrió los ojos de golpe y se sentó rápidamente con una sonrisa en el rostro.

—¡Es Navidad! — Exclamó lanzando las colchas a su costado y saliendo de la cama lo más rápido que podía.

Cada año, Jinhwan despierta al final, y justo en el centro de la sala de estar se encuentra con toda su familia usando el mismo pijama frente a un árbol lleno de regalos.

Sin embargo, este año sería completamente diferente. Al menos este año, el chico del cuaderno le regalará su nombre. Caminando rápidamente hasta el árbol completamente solo, se arrodilla frente a él y decide que probablemente el cuaderno pudo haberse perdido entre las decoraciones y el tapete.

—Feliz Navidad. — Escucha la voz de Hanbin desde algún sitio en la sala.

—Feliz Navidad. — Responde saliendo debajo del árbol, encontrándose con Hanbin mirándolo extrañado, su hermano sostiene un regalo envuelto con forma de libro, que rápidamente es arrebatado por el más bajo. —El cuaderno.

—Es un libro de asesinos para papá. —Respondió el pelinegro. — Si no está el cuaderno, debe haber una razón.

—Sí. — Resopla Jinhwan.

—¿Te divertiste en la fiesta? — Jinhwan rueda los ojos, pasando de largo al más alto de regreso a su habitación.

Tiene una idea fija en mente, el chico del cuaderno le dijo que le dejaría el libro a la Señora Basil E., así que probablemente sólo haya sido una confusión y su tía no pudo dejar el regalo debajo del árbol. Saliendo de su habitación luego de haberse puesto lo más rápido que pudo encontrar, tomó la pulsera que estaba sobre su buró y salió del departamento.

—Feliz cumpleaños, abuelo. — Comentó al pasar rápidamente mientras veía al hombre subir las escaleras.

—¿A dónde crees que vas?

—Con la señora Basil- con la tía abuela.

—¿Por qué? — Cuestionó mirándolo con una ceja arqueada, como si no pudiera creerlo.

—Porque le prometí que la ayudaría a hornear galletas.

—Hay pocas cosas que mi hermana disfrutaría menos. — Murmura el hombre incrédulo.

—No es como si fuéramos a celebrar aquí. — Responde el más bajo encogiéndose de hombros.

—Vuelve a las seis. — Responde su abuelo sonriendo.

—¡Gracias! — Pasando rápidamente por el resto de las escaleras.

Una vez que llegó hasta la casa de la señora Basil E. entró sin llamar, estaba tan familiarizado con el lugar que ni siquiera le costó encontrar la llave de repuesto.

—Feliz Navidad. — Llamó ingresando por el recibidor luego de sacarse los tenis.

—¡Feliz Navidad, Jinny! — Respondió la mujer sentada desde la sala de estar.

—¿Alguien me dejó algo? — Preguntó rápidamente, tratando de llegar al grano. — Tal vez algo rojo con forma de cuaderno.

—No he visto a nuestro amigo desde que me trajo la pulsera. — Señalando con su mirada la muñeca del castaño negó.

—Le dije que quería verlo. — Respondió el chico, acercándose hasta la mujer. — No sé qué pasará, pero creo que si la uso cuando me vea, sabrá de inmediato quién soy.

—¿Has pensado que vas hacer si cuando lo ves en persona no es quién imaginabas?

—Lo conoces. — Habla Jinhwan, asintiendo un poco pensativo. — Te gustó.

Do you dare? » JunHwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora