CAPÍTULO 10

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Una vez que entra en el departamento, Jinhwan gira en el pasillo en dirección a su habitación. Dentro de la habitación de Hanbin, puede escuchar una voz familiar y una clara discusión, y no es que realmente quiera hacerlo, pero definitivamente es una discusión y Hanbin parece estar al borde de las lágrimas, sin poderlo evitar, el castaño se detiene y escucha.

—No, voy a regresar a Seúl, ¿cuál es el problema?

—Sé que pasará, nuestra relación...

—¡¿No estás dispuesto a intentarlo?!

—No.

—Bueno, estupendo. — La puerta se abre, dejando ver a Bobby completamente destrozado por la mirada en su rostro. — ¡Feliz navidad! — Grita antes de mirar a Jinhwan y desviar la mirada, pasándolo de largo.

Tomando un suspiro pequeño, Jinhwan camina dentro de la habitación de su hermano, tratando de no hacer muchos movimientos.

—Lo siento, escuché todo. — Murmura una vez que entra, logrando que el pelinegro talle su rostro en una acción completamente conocida de retirar las lágrimas en él. — ¿Bobby y tú...?

—Terminamos, sí.

—¿Por qué se va a Seúl?

—Me va a dejar, Jinhwan. — La mirada inyectada en dolor de su hermano, rompe un poco su corazón. — Ojos que no ven, corazón que no siente. No tendré otra relación a distancia. Lo siento.

—¿Estás bien? — Murmura tomando asiento cuidadosamente justo a su costado.

—Claro que no.

—La distancia no es tan mala.

—¿Cómo lo sabes? Nunca saliste con nadie.

—El chico del cuaderno. — Sonríe asintiendo.

—Eso no es una relación. — Ríe Hanbin poniéndose de pie. — Es un amigo por correspondencia. Puedes enviarle el cuaderno desde Fiyi.

—¿Por qué le enviaría el cuaderno desde Fiyi?

Hanbin se golpea la cabeza contra el closet frente a él.

—¿Hanbin? ¿Por qué le enviaría el cuaderno desde Fiyi? — Cuestiona Jinhwan esta vez completamente alterado.

—¿Realmente crees que mamá y papá están en su segunda luna de miel? — Cuestiona el pelinegro antes de girarse y enfrentarlo. — ¡Despierta! Están en Fiyi porque papá busca un trabajo.

—¿Qué?

—Si se lo dan, irás con ellos. — Hanbin ahora está completamente serio, mirándolo como si no quedara nada más.

—¿Qué? ¿Qué pasa si no quiero ir con ellos?

—¿Qué importa? Pasas todo el tiempo con mamá, papá y el abuelo. — Recrimina gritando ahora. — Y no te lo dijimos porque sabíamos que te volverías loco.

—¿Todos me mintieron? — La voz del más bajo se quiebra un poco, las lágrimas amenazando con descender por sus mejillas.

—Ambos pasaremos una navidad de mierda. — Los ojos del menor bordan sus ojos, sin embargo, su rostro se vuelve inmutable.

Antes de que se quiebre frente al más alto, Jinhwan lo golpea con el hombro al pasar y salir de la habitación rápidamente, golpeando la puerta detrás.

***

La alegre música que suena desde el pequeño escenario del restaurante se está volviendo incomoda, justo como el momento en el que Junhoe se encuentra en ese momento. Leeza, la novia de su padre, no ha despegado la mirada de su teléfono desde que llegaron, y su padre, le dirige un par de miradas de autosuficiencia, como si estuviera retando al rubio por que haga algo.

Do you dare? » JunHwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora