Lazo De Hermanos.

Capítulo 12.

Suspiró pesadamente al mismo tiempo que colgaba la llamada.

No lo podía creer, después de todo ese tiempo por fin había noticias de ella, le alegraba mucho, pero la verdad le ponía los nervios de punta al imaginar la reacción de su esposa.

Se dirigió a la sala y observó las fotos que tenía en la repisa, aquellos recuerdos y risas que pasaron en su adolescencia, cambiados por lágrimas y el sentimiento de angustia al no saber nada de ella. Y aunque con el tiempo aprendió a disimularlo, nunca dejó de sentirlo.

El grito de su esposa lo sacó de sus pensamientos, Nelly necesitaba ayuda de Mark y este corrió como su héroe para salvarla, aunque su problema era saber qué tipo de zapatos quedaban con el vestido que se había puesto, ya sé es difícil de creer, pero Mark tenía un buen sentido de moda y por eso Nelly confiaba en él.

Mark buscaba la mejor forma para sacar el tema de Celia a Nelly, sin alterar sus nervios porque ya sabemos que las fuertes noticias no eran buenas para las embarazadas.

-Eh... Nelly, estaba viendo las fotos de la sala y no puedo creer lo mucho que hemos cambiado, tú, yo, los chicos.

-Buenos recuerdos ¿verdad? –Nelly ahora luchaba para ponerse los zapatos, Mark al ver eso decidió ayudarla.

- ¡Pero vaya que sí! En ocasiones me gustaría regresar el tiempo a aquella época, a cuando íbamos en el Raimon. –Dijo Mark al terminar de ponerle los zapatos a su esposa.

-Yo igual, extraño muchas cosas de aquella época. –La mirada de Nelly se veía nostálgica.

- ¿Te refieres a Celia? –Era ahora o nunca para decirle las nuevas noticias de la anterior mencionada.

-En cada pijamada que hacíamos de chicas, hablábamos de nuestra boda –Dijo Nelly sonriendo al recordar aquellas escenas de todas sus amigas con mascarillas y leyendo revistas de sus ídolos- Hablábamos de cómo iban a ser nuestros vestidos, y que nosotras íbamos a ser las damas de honor.

Mark se quedó callado, nunca se había imaginado que en una pijamada de mujeres hablaban de ese tipo de temas, por lo general cuando los chicos del IE y del Raimon hacían una se la pasaban toda la noche hablando o jugando fútbol. "Que aburridas son las de las mujeres" pensó Mark.

-Me acuerdo que hicimos promesas de apoyarnos y estar presente en la boda de las demás como amigas que éramos. –Continuó Nelly.

- ¿Estás enojada? –Mark la escuchaba con toda la atención del mundo- ... Con Celia.

-Al principio lo estuve, me dolió saber que de repente desapareció sin dejar huella, sin decirme por lo que pasaba y del porqué su huida. Es decir, Celia, Silvia y yo éramos mejores amigas, se supone que nos teníamos toda la confianza del mundo para contarnos todo, pero simplemente desapareció sin decirnos nada, ni un adiós.

Mark la entendía, todo el mundo se sintió así en su momento, todo el IE y el Raimon querían a Celia como su hermana menor, y que desapareciera sin decir nada, eso fue lo que más les dolió. Todos tenían el conocimiento de aquella carta que le dejó a Jude, sin embrago, este prefirió guardarla y decir a grandes rasgos lo que decía. Todos respetaron la decisión de su amigo.

-Pero, al pasar los años dejé de sentir enojo a preocupación y después a calma, pues entendí que si ella decidió irse fue por algo. Y yo decidí dejarla ir, no iba a perjudicar mi vida y bienestar mental, por otra persona. Era momento de preocuparme de mi misma y no de los demás. –Su voz se escuchaba segura, Mark ya conocía esa historia a la perfección, a él le había tocado en su noviazgo con Nelly pasarla. Ir al psicólogo todas las semanas porque a Nelly le daban ataques de ansiedad por imaginar los peores escenarios de sus amigos en riesgo. Este problema afectaba mucho a Nelly, pero gracias a las terapias y al apoyo de su Mark, ella pudo salir adelante.

-Lo único que espero es que Celia esté bien, donde quiera que esté, y si algún día ella decide regresar, la recibiré como la amiga que algún día lo fui y sigo siendo.

Mark sonrió al ver a su esposa, esa era la Nelly que casi nadie conoce y de la que se enamoró.

-Bueno, eh... Nelly tengo que decirte algunas noticias que me acaban de decir.

Corría de la cocina a su recamara, aunque Mark estaba acostumbrado a hacer ejercicio subir y bajar las escaleras tantas veces por agua para su esposa era agotador, debió decir la noticia con más calma y no soltarla como una bomba. A Nelly se le había subido y bajado la presión en cuestión de segundos, vaya que eso no se lo esperaba. El doctor ya había ido a checarla y regañó a Mark por la acción que hizo, aunque todos sabemos que esa no era la intención del futbolista, esta jugada le había salido mal.

Por fin se estaba tranquilizando Nelly, su respiración ya estaba a la normalidad al igual que su pulso. La idea de volver a ver a su amiga era fascinante, pero aterradora a la vez. Prefirió dejar la angustia de un lado y pensar en positivo, tenía tantas cosas que preguntarle, no podía esperar.

Y como arte de magia, el timbre de su casa sonó.

Los nervios no jugaban a su favor, la joven pareja estaba en la puerta de sus antiguos amigos, sus manos sudaban, pero aun así no se soltaban. La puerta se abrió dejando ver a un Mark al igual nervioso, pero con una sonrisa en el rostro que te daba tranquilidad y seguridad.

Mark les dio la bienvenida, recibiendo el regalo que la pareja había llevado a su hogar. Nelly estaba llegando, y se quedó en shock al ver a Celia, no podía creer lo mucho que había cambiado, pero lo que más le llamó la atención es que estaba de la mano con Shawn, y que ambos llevaban anillos de matrimonio en su respectiva mano. Suspiró profundo, les dio un gran saludo y los invitó a que entraran a su casa, a lo que ellos aceptaron no sin antes decir que esperaban a alguien.

-Mamá, papá ya llegué, es que no sabía cómo cerrar el auto –Llegó Melody un poco distraída y sin darse cuenta que estaba interrumpiendo la conversación de los adultos.

- ¿Mamá, papá? –La cara de Mark y Nelly estaban pálidas, no se lo podían creer.

-Nelly, Mark –Habló inmediatamente Shawn- Les presento a nuestra hija.