Se miraban con un profundo enojo en sus miradas, como si volvieran a ser aquellos rivales que se odiaban a muerte. Knuckles no soltaba a Rouge, con el temor de que vuelva a huir de su lado como lo hiso anteriormente
-¿¡que crees que estas haciendo!?- grito en voz baja, puesto que su único escondite era la pared de esa choza y no debía provocar un escandalo en aquella aldea
-¿que te parece que estoy haciendo?- pregunto Knuckles inclinándose hacia Rouge, acercando sus rostros de una manera desafiante
-¡estoy en una misión grandísimo idiota!- susurro mas enojada la murciélago frunciendo el ceño, zafándose del agarre de Knuckles, volteando y mirando discretamente la casa de su victima para comprobar que todo siga en orden
-lo se, es por eso que te deje ir con ese sujeto- dijo Knuckles con un tono agresivo. Rouge volteo la mirada viendo a Knuckles nuevamente con enojo, soltó un suspiro agotado
-de verdad es que no te entiendo-
-¿que tan difícil puede ser entender que te amo?- pregunto Knuckles con una mirada enojada extendiendo los brazos. Rouge desvió la mirada cruzando los brazos intentando evitar que Knuckles vea el leve sonrojo que apareció en sus mejillas. Hubo un silencio entre ellos y Knuckles cruzó los brazos
-¿que paso entre tu y el?-
Rouge lo miro de reojo y pudo ver a Knuckles con el ceño fruncido y la mirada desviada, pudo ver que mas allá de todo el enojo o la rabia se le veía inseguridad y preocupación. No pasaría nada si lo mortificaba un poco.
Formo una discreta sonrisa con unos ojos llenos de maldad, con un tono inocente dándose media vuelta dijo
-¿Con Harold?... oh nada fuera de lo normal... solo unos cuantos besos-
Knuckles se tenso y alzo el mentón mirando ala chica quien tenia una sonrisa inocente
-debo reconcer que ese chico besa increíble-
El echidna la veía con profunda seriedad, con una de sus manos jugo un poco con sus ratas y desviando la mirada de Rouge, dio un suspiro y dijo
-ya veo... pero acaso- se acerco a la chica rápidamente y coloco su mano su cadera con una sonrisa picara, haciendo que inevitablemente Rouge se sorprenda y se sonrojara
-¿ese Harold te abrazó mejor que yo?- dijo coquetamente apegando el cuerpo de la chica al suyo con delicadeza mientras tomaba la mano de Rouge, como si fueran a iniciar una baile de parejas
-¿acaso el te besó mejor que yo?- volvió a hablar con un tono coqueto en su voz acercándose a Rouge tentándola a besarlo. Esta vez el cambiaria los roles
-¿acaso Harold... te hiso el amor mejor que yo?- pregunto pasando la mano de la cadera de la murciélago a posarla en su mejilla a unos centímetros de sus labios
Rouge mordió su dedo índice desviando la mirada intentando ocultar una sonrisa al recordar aquellos momentos. Knuckles traía una sonrisa orgullosa, y Rouge volvió a verlo de una manera sorprendida. Knuckles comenzó a acercarse a sus labios de una manera muy lenta y Rouge solo estaba quieta mirándolo con atención, analizándolo con sus ojos bien abiertos. Aunque le encantaba ese lado tímido y tierno de Knuckles, aquel que siempre hacia enfadar y sonrojar, debía admitir que ver a Knuckles con esa seguridad, con esa determinación, hacia que se enloqueciera cada vez mas por el. Comenzó a relajar sus párpados y comenzó a acercarse mas y mas a los labios de Knuckles, sus respiraciones topaban y se hubieran unido de no ser por un fuerte estruendo en la casa que los hiso reaccionar
-¿¡que clase de espectáculo indecente es este!? ¡váyanse a otra parte o llamare a la policía¡- grito una anciana que se asomo por la ventana de la casa en la que a Knuckles y Rouge se ocultaron. Al notar la presencia de aquella loba gris de mayor edad ambos se se separaron al instante y vieron a la anciana con incomodidad, Rouge soltó un suspiro y con su dedo índice y pulgar se masajeo el ceño fruncido mientras se volteo y se alejaba del lugar sin decir nada
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Knouge. Tus recuerdos
FanfictionA veces la vida le da cambios drásticos a tu destino sin avisar. Tendrás que abandonar todo lo que te hace quien eres y comenzar de cero.Tus cierres incompletos y tus errores del pasado no te ayudarán a cerrar esas heridas. Lo único que te queda del...