Suicidio

33.3K 2K 1.8K
                                    

Narra _____:

¿Cuántas pastillas debo tomar para ya no sentir? Desde que altura debo saltar para volar a mi muerte? ¿Cuánto más debo esperar? Esas eran algunas de las preguntas que rondaban mi cabeza todos los días desde el accidente...

Narradora:

6 años atrás.


Era la madrugada de navidad, una pequeña _____ se despertó por un estruendoso sonido en la planta baja, este sonido se repitió unas cuantas veces más, seguido de esto unos pasos subiendo las escaleras era lo único que se escuchaba, _____ ya sabía que eran esos sonidos, sólo se quedó quieta sin hacer ruido, 4 disparos más sonaron en el cuarto de sus hermanos, los pasos cada vez se acercaban más a su habitación hasta que finalmente sonaron al interior de esta; la luz de la luna que entraba a través de la ventana abierta iluminaba un rostro conocido. El rostro de su padre manchado de sangre jamás lo olvidara ni tampoco las últimas palabras que le dijo a su pequeña hija adoptiva.

— Mi pequeña niña, mi hija favorita se ve tan linda cuando duerme... Que lastima que jamás podré verte así de nuevo... Perdoname, mi querida _____ —

La pequeña creyó que ese sería su final, su respiración lentamente se entrecortaba hasta que escuchó un último disparo. _____ no sintió nada, abrió los ojos y vio lo último que debería ver una niña de su edad, su padre había puesto la escopeta en su boca y había tirado del gatillo, la pequeña sólo podía observar una parte del espectáculo sangriento que había por toda su casa, cuando salió de su habitación pudo observar el resto, en cada habitación había por lo menos un integrante de su familia con un agujero de bala en la cabeza, ella comprendía que estaba totalmente sola, el holor a sangre inundó toda la casa, caminaba entre los cuerpos del resto de su familia que estaban esparcidos por toda la sala, sus descalzos pies pisaban los grandes charcos de sangre aún caliente, finalmente pudo llegar a la puerta de su casa, cuando la abrió se encontró con las típicas luces  azules y rojas de los policías, sus vecinos los habían llamado por los sonidos tan extraños que venían del interior de la casa, los policías notaron a la pequeña _____ con las piernas y los pies llenos de sangre, todo era tan repentino, las imágenes y las luces la hacían sentir aún más abrumada y cerró los ojos por un momento, cuando los abrió se encontraba en una cama de hospital, se había desmallado.

Actualidad

Ahora la pequeña _____ había crecido, sólo podía pensar e intentar diferentes formas de acabar con su vida para borrar esos recuerdos que la atormentaban, hoy no sería la excepción, decidió que tal vez si saltaba de la azotea del hospital podría acabar rápido, no lo pensó más y subio hasta el último piso del edificio y respiró hondo.

Narra _____:

— Espero que esta sea la última vez que lo intente, ya no quiero volver a sentir —

Una lagrima rodó por mi mejilla, estaba decidida a acabar con mi vida. Escale por la barandilla y miré hacia abajo, no le temía a las alturas, suspiré nuevamente y sonreí.

Cerré los ojos y un par de lágrimas mas bajaron por mis mejillas, dejé todo mi peso en mi espalda y simplemente me dejé caer. Podía ver mi reflejo en las ventanas, cada vez descendía con más velocidad. El tiempo comenzó a volverse lento, estaba a centímetros de tocar en suelo hasta que... Un chico alado me rescató, al abrir mis ojos estaba en los brazos de un joven apuesto de alas rojas que me llevó de regreso a la azotea, me dejó ponerme de pie y solo me miró con una sonrisa, nuevamente habían frustrado mi intento de suicidio.

— ¿Estas bien? ¿Por qué una belleza como tu estaba descendiendo a alta velocidad? Casi chocas con el suelo —

Dijo el chico en un tono relajado, yo solo apreté mis puños clavando mis uñas en mis manos y le respondí con la voz entrecortada.

— No necesitaba de tu ayuda... ¿Por qué no simplemente puedo morir y ya? —

— ¿Que pasa cariño? ¿Tu novio te dejó? —

Esas palabras me hicieron enfadar, me dí la vuelta escondiendo mi rostro repleto de lágrimas.

— ¡Vete a la mierda!.... Estúpido pollo... —

Narra Hawks:

Era otro tedioso día patrullando por la ciudad, parecía que no iba a pasar nada interesante de nuevo así que me dí la vuelta para ir de regreso a mi agencia, pero los gritos desesperados de alguien llamaron mi atención, era una mujer angustiada señalando algo...

Era otro tedioso día patrullando por la ciudad, parecía que no iba a pasar nada interesante de nuevo así que me dí la vuelta para ir de regreso a mi agencia, pero los gritos desesperados de alguien llamaron mi atención, era una mujer angustiada se...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era otro intento de suicidio así que me apresuré, por suerte llegué a tiempo y evite la muerte de otra persona, la observé, nuestras miradas se cruzaron, era realmente hermosa.

— ¿Estas bien? ¿Por qué una belleza como tu estaba descendiendo a alta velocidad? Casi chocas con el suelo —

Le dije con mi tono de siempre, pero su respuesta me sorprendió, así que le dije otra cosa intentando animarla.

— ¿Que pasa cariño? ¿Tu novio te dejó? —

Al parecer la hizo enojar y me insultó para finalmente irse, no era la primera vez que pasaba, no le dí más importancia y regresé a mi agencia, saludé a mi sexy secretaria y entré a mi oficina, tal vez podría descansar un rato, ese rato duró solo unos minutos, pronto una llamada llegó al teléfono que estaba sobre el escritorio y yo atendí.

— ¿Que quieres, endeavor? —

— ¿Como sabes que yo-? Bueno no importa, iré al grano, eres el mas desocupado por el momento, necesito que hagas un trabajo que me asignaron a mi, pero yo no cuido niños —

— ¿Y que te hace creer que yo si? —

— No se y no me importa, dejé unos papeles con tu secretaria, tienes que vigilar a una chica, no permitas que atente contra su vida, solo serán unos meses hasta que cumpla la mayoría de edad, en su expediente hay más información, nos vemos —

— ¡¿Que?! ¡Espera! ¡Endeavor!... ¡Carajo!...—

Ahora estaba más estresado que antes, mi nueva misión era cuidar de una niña con tendencias suicidas. Di un largo suspiro y me levanté para ir con mi secretaria, al menos no me quedaría sin nada que hacer por un buen rato.

𝐍𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐞́ 𝐢𝐫  - (𝐇𝐚𝐰𝐤𝐬 𝐲 𝐭𝐮) (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora