Juntos

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Narra _____:

-¡Keigo! ¿Donde estas? Ya llegué con tus medicinas, los de seguridad me dijeron que eras muy atrevido y que querían ir al bautizo, hace un mes que no los veía, no se a que se referían. ¿Keigo? —

Dejé la bolsa con medicinas sobre la mesa y me dirigí a la habitación para buscar a mi novio, cuando entré a la habitación lo encontré sentado al borde de la cama cubriendo su rostro con sus manos, apenas se escuchaban  sus sollozos.

Me acerqué lentamente a él y me senté a su lado, no era la primera vez que lo veía así desde que salimos del hospital, el haber perdido sus alas por completo lo hacía sentir débil y el hecho de no poder si quiera acercarse a su agencia por incapacidad no ayudaba.

No iba a dejar que se sintiera mal, puse delicadamente mi mano en su espalda y el me miró, sus ojos estaban rojos e inundados en lágrimas, seguramente había estado llorando desde que salí.

— Ven aquí. -

Abrí mis brazos para recibirlo, el no dudó, se aferró a mi y dejó salir todo su dolor mientras yo acariciaba su rubio y despeinado cabello.

— ¿Y si no vuelven a crecer? ¿Que pasará con mi empleo? La gente que me admira, mi puesto... Sin mis alas no soy nada, no soy nadie... Es difícil ver por la ventana y saber que no puedo volar. El doctor dijo que iban a crecer ¿por que tardan tanto? Ya no me vas a amar... —

Suspiré y pensé en que podría responderle, tenía que ser algo que no le hubiera dicho ya o decirle lo mismo de siempre.

— Tranquilo, apenas pasó 1 mes, estoy segura que tus alas van a volver a crecer incluso más grandes y bonitas que antes... Aun si no lo hicieran, yo te seguiría amando, te lo prometí ¿no es así? Ahora ve, limpia esa lágrimas y alcanzarme en la cocina, pronto estará lista la comida. —

Le mostré una sonrisa confiada y el me la devolvió, estaba preocupada por su estado pero no iba a ponerme mal mientras el la estaba pasando horrible.

Me dirigí a la cocina y esperé unos minutos hasta que Keigo entró al baño, entonces tomé mi celular y llamé a alguien que tal vez me podría ayudar a animrlo un poco.

— ¿Denki? ¡Hola! ¿Tienes tiempo? Quisiera verte en algún lado, tengo mucho que contarte. —

(...)

Me aseguré de que Keigo tomará sus medicamentos y se fuera a dormir, insistió en que me quedara a descansar con el, pero le dije que tenía algo que hacer, por suerte confió en mi y me dejó ir.

Vi a mi amigo en el viejo restaurante donde trabajaba y tomamos algo mientras le platicaba.

- ¿¡Que el qué!? ¿Cómo que perdió sus alas? Eso s imposible... —

— El doctor dijo que volverían a crecer, pero... El no se ve muy bien, está muy triste y quisiera animarlo, pero no se como... Dice que extraña volar. —

— ¡Espera un momento! ¡¡Tengo una idea!! —

Kaminari me contó su plan y de cómo su compañera de clases, ochako uraraka, podría ayudarnos en nuestro plan.
La verdad, me pareció una gran idea. Mi nueva misión era hacer feliz a mi novio, de cualquier forma.

(...)

Denki y yo pasamos la siguiente semana planeando una comida donde llevaríamos a cabo el plan, el logró convencer a su compañera, le prometió ayudarle a conceguir una cita con su otro compañero, Deku.

(...)

— ¿A dónde vamos y por qué me cubriste los ojos con una tela? —

— Tu tranquilo, se que te gustará... O al menos eso espero jeje —

𝐍𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐞́ 𝐢𝐫  - (𝐇𝐚𝐰𝐤𝐬 𝐲 𝐭𝐮) (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora