Desde que toda tu familia murió, has estado entrando y saliendo del hospital tras tus intentos fallidos de suicidio, incluso algunos de los doctores, enfermeras y psicólogos del lugar ya te reconocían, sólo te atendían por obligación.
Después de uno...
Una semana después el regresó a trabajar, yo no tenía problemas con esto así que mientras el estaba fuera yo buscaba trabajo, decidí comenzar por la calles cercanas al departamento, pero no encontré algo bueno, al final me dieron trabajo acomodando ropa en una tienda del centro comercial. La paga era buena ademas de que podía quedarme con la ropa que al final quedaba sin vender y fuera de temporada pasada, los demás empleados realmente no me prestaban atención así que acepté el trabajo.
— Bien, no estoy muy lejos de casa. Aún debo de buscar un segundo trabajo, realmente odio la soledad y no puedo ser una inútil. —
Decía para mi misma mientras caminaba por el centro comercial, no estaba mirando al frente así que fue inevitable que chocará con alguien.
Cuando chocamos, mi tobillo se torció, iba a caer al suelo, pero el chico con el que choqué actuó rápido para que ninguno de los dos callera ni tampoco la comida que traía. Pasó su brazo por mi cintura y me apegó a él.
— ¡Cuidado! ¿Estas bien? —
Al mirar arriba vi un chico muy apuesto vestido de mesero, era rubio con un mechón de cabello negro.
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— Si, estoy bien, no te preocu- ¡Ah!...—
Cunado intenté pararme, sentí un dolor punzante en mi tobillo, era soportable pero muymolesto. El no me dejó ir, volvió a tomarme de la cintura y me miró.
— Vamos, te invito algo de tomar hasta que no te duela tanto. —
Quería rechazarlo pero sería muy grosero hacer eso así que no dije nada y fui hasta donde el trabajaba, no estaba tan lejos. El me dejó sentada en una de las mesas.
— Espera aquí, te traeré algo ¿que tal una malteada de chocolate? Por cierto, mi nombre es Denki Kaminari, estoy a tus ordenes jeje —
El estaba siendo muy atento conmigo, no podía rechazar por que no podía hablar, solamente pude decir mi nombre y sonreírle.
— M-muchas gracias, yo soy _____, gracias por traerme. —
El se fue y a los pocos minutos me trajo una malteada de chocolate como había dicho. Dijo que si turno había acabado y se sentó conmigo a platicar, era un chico realmente agradable así que me sentí cómoda; el tiempo pasó rápido, ambos nos dimos nuestros números y mi tobillo ya no dolía tanto.
— Bien _____, ¿quieres que te acompañe a tu casa o la parada de autobuses? —
— No te preocupes Denki, mi casa no está muy lejos de aquí y ya fuiste demasiado bueno conmigo. —
Le sonreí y ambos nos despedimos, después de eso tomé dos autobuses para ir a casa, no llegué tan tarde, aun no llegaba Hawks entonces tenía tiempo de hacerle algo de cenar.
