7. Tenemos una sincronía sexual increíble

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-Para ¿Dónde vas? - me sorprende mientras subo el cierre de mi vestido, abrazando mi cintura desde atrás.

Me tengo que ir, le digo dando la vuelta quedando frente a él y le doy un beso en los labios.

-Desayuna conmigo- dice dándome un beso en el cuello, lento tentador que enciende hasta mi Alma.

Su olor a recién bañado, su torso desnudo y sus besos, hace que no pueda negarme a su petición.

Está bien, pero que sea solo el desayuno, digo susurrando en su oído.

- No estás ayudando mucho princesa- dice y noto su erección por encima de la toalla que lleva amarrada a la cintura.

Eres insaciable, se me escapa una risa.

-Lo sé, pero a ti te encanta- dice bajando mis bragas.

Dios, este hombre es mi perdición, enciende mi piel de una manera que nunca lo habían hecho, no puedo negarme ante tanto placer.

Me lleva hasta la pared aún con el vestido puesto, le quito la toalla y cae al piso, veo su enorme erección y siento como me mojo de tan solo verlo.

Toma un preservativo de la mesa de noche y lo pasa por toda su extensión.

Se arrodilla, frente a mí, empieza a dejar suaves besos por mis piernas mientras sube. Llega a mi intimidad, y empieza a hacerme un grandioso oral.

Me apoyo con una mano en su cabeza y la otra contra la pared. Disminuye la intensidad y suelto un gruñido.

Lo escucho reír y vuelve a aumentar el ritmo no puedo resistir más y llego al orgasmo en su boca.

Sale debajo de mi vestido con una sonrisa en sus labios, mis piernas parecen gelatina, se apoya sobre mí, alza mis piernas sobre su cintura.

Me penetra duro, rápido, subo y bajo contra la pared, él se apoya contra mí frente, pone su mano en mi cuello toma mis labios en un beso profundo, gimo en su boca, siento como se tensiona y llegamos al orgasmo al mismo tiempo.

Bajo mis piernas y nos quedamos así por un momento recostados uno contra el otro.

-Creo que será mejor que nos duchemos juntos- dice cogiendo mi mano y llevándome hacia el baño

Abre el cierre de mi vestido y deja un beso sobre mis hombros, pone a llenar la tina, me ayuda a salir del vestido e ingresamos mientras el agua sube de nivel.

Me siento sobre él, empezamos a besarnos, somos como dos imanes que se atraen.

Alcanza el jabón y pone un poco en sus manos, el agua cubre nuestros cuerpos, -déjame enjabonarte- dice pasando sus manos por mis pechos, baja hasta mi abdomen y me sonrojo.

-¿Por qué te sonrojas si conozco todo tu cuerpo?- pregunta con una mirada penetrante. Lo que dice me hace sonrojar aún más, él me mira y ríe. Llega hasta mi intimidad, y empieza a jabonarme lentamente, lo que provoca fuego en mi cuerpo
No, lo sé, no estoy acostumbrada a hacer esto, te lo dije anoche, contesto, el aprieta mi cola en cuanto respondo. Lo se dulzura, se te nota, dice introduciendo un dedo dentro de mí, ¡ah! Se me escapa de mis labios y arqueo mi cuerpo.

¿Cómo es eso de que se me nota? Pregunto confundida. –Tu cuerpo me lo demuestra en cada movimiento, tu forma de hacerlo, no es como si tuvieras aventuras todo el tiempo, es algo que me ha intrigado desde el primer momento- me dice relajadamente

-No me había decidido, pero tengo que preguntarte ¿Por qué lo hiciste?, ¿Por qué estar con un extraño? - me pregunta deteniendo sus movimientos.

Siento que un cubo de agua fría baña mi cuerpo con su pregunta, nos quedamos fijamente mirándonos.

Creo que es mejor que me vaya, digo parándome de la tina, saco un pie y el coge mi mano y me detiene, se para, me jala de regreso y me estrello contra su cuerpo.

Alza mi cara con su mano, para que lo mire fijamente, -dímelo somos extraños, no tiene nada de malo lo que hemos hecho, tenemos una sincronía sexual increíble, si no tuviera compromisos más tarde créeme que ni te dejaría salir por esa puerta – dice besándome suavemente.

TE AME SIN DARME CUENTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora