TE AME SIN DARME CUENTA

8. Una noche no me basta

Tienes razón, ingreso nuevamente a la tina alzo la mirada déjame hablar si no, no voy a tener el valor, solo espero que me comprendas y no te enojes, le digo y el solo me mira con expectativa.

La verdad es que encontré a mi prometido teniendo sexo con mi hermana gemela, había estado en un viaje y no avise cuando volvería, era una sorpresa, pero la sorprendida fui yo.

-Ahora todo tiene sentido- dice apartándose un poco, se queda en silencio, con la mirada hacia el piso.

-Sabes, ese imbécil, perdió una gran mujer- dice con una sonrisa en sus labios, -y ahora eres toda mía- dice y me besa apasionadamente, recorre mi cuerpo con sus manos.

¿Disculpa?, me quieres explicar cómo es eso de que soy toda tuya digo con mis manos en mi cintura

-Sí, eres mía y voy a hacer que tu cuerpo y tu mente no recuerden, nada de ese imbécil- dice a modo de promesa.

Lo que me hace reír, se lanza y empieza a besar apasionadamente mi cuello, suena el teléfono del baño y se detiene.

Solo será un momento no te atrevas a moverte, dice señalándome con el dedo, en definitiva, él está loco.

Atiende la llamada y lo único que dice es si, si, si, y cuelga, que llamada tan monosílaba.

-Me temo que no me puedo quedar, tengo asuntos que atender, dice entrando a la tina, pero veámonos esta noche ¿Quieres? -. me pregunta tomándome entre sus brazos.

Pensé que sería una aventura de una noche, digo alzando mis cejas pícaramente.

-¿Contigo?, una noche no me basta, que sean dos, tres noches, mi extraña favorita- dice dejando un beso corto en mis labios, lo que me hace reír.

Enciende la regadera, y sale agua por todos lados, lo que me toma por sorpresa y lo abrazo para protegerme del agua que me da en la cara, el solo ríe.

Nos bañamos esta vez enserio, o bueno más o menos, nos bañamos mutuamente, salimos de la regadera, recojo mi vestido que está en el piso y me visto, mientras el sale a buscar la ropa.

Mierda no traje maquillaje solo un brillo, hago lo mejor que puedo con lo que tengo, salgo y el desayuno ya está listo; comemos rápidamente y ya estamos listos para salir.

Me miro en el espejo antes de salir, Dios que ojeras, exclamo mirándome aun en el espejo, - Tengo algo que te puede ayudar- habla desde el armario, se acerca y me ofrece unas gafas de sol que quedan divinas con el vestido que tengo puesto.

-Perfectas- exclama y el alza su pulgar, -y entonces pensaste lo que te dije, ¿nos vemos esta noche? - pregunta rodeando mi cintura con sus brazos.

Pongo mis manos en su cuello, dejo un suave beso, en sus labios, creo que no puedo rechazar tu oferta, le contesto.

-En donde nos vemos, ¿Qué te parece si cenamos juntos? - me pregunta llegando a la puerta de la habitación.

Nos vemos en el museo de arte, si estás de acuerdo, contesto. –Está bien nos vemos ahí a las 6:00pm- Me da un beso de despedida, a partir de este momento volvemos a ser dos extraños.

Compartimos el Ascensor con más personas, uno a cada extremo del otro, salgo primero y me dirijo hacia la entrada principal.