Seungmin entraba al departamento empapado en sudor y acalorado. Había ido a hacer ejercicio con Chan y se estaba arrepintiendo demasiado, ese hombre no tiene límites cuando se trata de ejercitarse.
Al cerrar la puerta se recostó contra esta unos segundos y pasó su mano derecha por su cabello, revolviéndolo. Al mirar al frente no había nadie, no se escuchaba nada; al parecer no había nadie en casa.
Ya más calmado se encaminó al baño, para ducharse. Al entrar simplemente se quito la ropa, dejándola en el cesto de ropa sucia. Se metió en la ducha y abrió la llave del agua fría. Luego tomó el shampoo y puso un poco en su mano. Se lo pasó por el cabello, llenándolo de espuma, y después lo enjuagó; e hizo lo mismo con el acondicionador.
Luego tomó la esponja y le puso un poco de jabón. Pasó la esponja por sus brazos, sus piernas y su abdomen; después enjuagando bien aquellas partes. Ya todo limpio cerró la llave y salió de la ducha.
Tomó una toalla del estante y se secó bien, luego enrollo está en su cadera para luego salir del baño en dirección a su cuarto. Al entrar al cuarto de encontró con Felix acostado boca abajo en su cama. Se veía tan lindo.
Por más que una voz le decía que no lo haga, se dirigió hacia en pequeño cuerpo de su compañero de cuarto y se acostó sobre él, acariciando sus caderas con sus grandes manos.
— ¡Oh! Seungmin llegaste. —dijo Felix después de soltar un jadeo ante la sorpresa.
—Hola bebé. —dijo Seungmin besando la mejilla de Felix.
— ¿Cómo te ha ido?—preguntó el australiano.
—Para la mierda, no vuelvo a hacer ejercicio con Chan en mi vida. —dijo Seungmin levantándose del cuerpo de su hyung.
Felix soltó una risita y besó la nariz del menor. Seungmin se dirigió a su armario y tomó unos bóxers negros. Se quitó la toalla y se puso la prenda bajo la atenta mirada de Lee. Cuando estaba por ponerse una blusa, la tiró al suelo y se acercó a Felix.
—¿Sabes que? Los chicos no vendrán hasta más tarde, tenemos tiempo para hacer cosas. —dijo Seungmin juguetón para luego volver a acercarse a Felix, estando semi-desnudo.
— ¿Ah sí? ¿Qué clase de cosas?—pregunto Felix siguiéndole el juego. Felix se dio vuelta, quedando boca arriba en la cama.
—Ya sabes, las que te gusta hacer a escondidas. —murmuró Seungmin recostándose sobre el cuerpo del mayor para luego besar su cuello lentamente.
Los labios de Felix eran prohibidos, siempre fue así desde que empezaron a jugar. Felix no quiso decir el porqué, y ellos no quisieron indagar mucho. Todos ellos sabían que un beso era algo mas intimo, que requería de sentimientos, y el juego no tenia sentimientos de por medio, al menos esas eran las condiciones.
—N-no, espera, hoy no. Me siento un p-poco mal, ya sabes. Quizá otro día...—dijo Felix tratando de apartar a Seungmin de su cuerpo.
—P-pero...—se quejó Kim mirando a Felix con ojos tristes.
—Perdón, no me siento bien. El entrenamiento de hoy fue muy duro y no me siento tan bien. Se.. será mejor que duerma, creo... umh... que deberías hacerlo tú también. —dijo Felix apartando a Seungmin por completo. Rápidamente se metió entre las sabanas y se tapó hasta la cabeza, dándole la espalda al menor.
Seungmin estaba algo confundido, pero no le dio tanta importancia. Caminó hasta su armario para tomar su pijama y vestirse. Minutos después estaba bajo las sabanas de su cama, dormido. Pasaron diez minutos para que Felix quitara las mantas de su cabeza. Suspiró. ¿Por qué tenía que ser tan difícil todo esto?
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