Eran un manojo de extremidades. Sus piernas estaban enredadas hace tanto tiempo que ya ni las sentían. Sus brazos estaban envueltos en el cuerpo del otro firmemente, sin intención de soltarse. La cabecita de Felix descansaba sobre el pecho de Jisung.
Al medio día todos los chicos se fueron del departamento, algunos a entrenar y otros a ver a sus familias. Jisung y Felix se quedaron en el departamento viendo una serie que tenían pendiente, la cual terminaron esa misma tarde porque sólo tenía ocho capítulos. Luego optaron por ver alguna película.
Empezaron a ver una película que les interesó. Era sobre un chico que entraba a una nueva escuela y se enteraba que el chico más popular de la escuela era stripper, lo que lo lleva a ser amenazado con estar ileso hasta su graduación si mantenía la boca cerrada.
A la mitad de la película ambos se aburrieron, ni siquiera se molestaron en apagar la televisión cuando se dispusieron a descasar un rato. Unos besitos en su cabeza hicieron que Felix despertara.
—Buenos días bello durmiente. —dijo Jisung con una voz suave.
— ¿Cuánto tiempo estuve dormido?—preguntó Felix con su voz de recién despertado, sonando como un demonio recién salido del infierno. Sus voces hacían mucho contraste, la de Jisung era muy suave mientras que la de Felix era muy grave.
—Me desperté hace poco, pero supongo que dormimos por dos horas. —dijo Jisung acariciando el cabello del menor por un día.
—A-amm... ¿sung? ¿Puedo preguntarte algo? Ugh... es algo mas... secreto...—murmuró Felix haciendo dibujos inexistentes en el pecho de Han.
—Claro... ¿Qué es?—preguntó Jisung acomodándose para abrazar mejor a Felix.
—Umh... Jisung tú... osea... digo ugh... ¿a ti te gusta Minho?—preguntó Felix enredándose con las palabras. Tenía un enorme nudo en la garganta y le urgía llorar.
—Um no. Aunque los fans creen eso por el fanservice, pero no me gusta, somos buenos ami- bebé ¿estás llorando?—preguntó Jisung notablemente preocupado. Acunó el rostro del pecoso en sus manos y con sus pulgares limpió las lágrimas del contrario.
—N-no, e-estoy bien. —dijo Felix entre hipidos.
—Okay, pero porqué... oh... ¡oh! ¿Él te-
—Shh, es un secreto, guárdalo por favor...—dijo Felix con los ojos brillosos.
—Lo prometo. —dijo Jisung sonriéndole al menor.
— ¿Pinky promise?—preguntó Felix extendiendo su meñique derecho al mayor.
—Pinky promise. —dijo Jisung suavemente, entrelazando su dedo pequeño con el de Felix.
Cuando sellaron el trato Felix envolvió sus brazos en la cintura de Jisung, abrazándolo fuertemente. Las lágrimas seguían amenazando con salir, así que no se privó de ellas. Océanos de lágrimas saladas caían de sus perlas. Jisung sólo se dedicó a acariciar la espalda de Felix. Le prometió que guardaría el secreto, y lo haría.
—Oye Lix, creo que yo también me enamoré...—dijo Jisung luego de que su cabeza casi explote de tanto pensar, pero no recibió respuesta. En cambio, escuchó pequeños ronquidos, Felix estaba dormido. Seguido de una risa se decidió a dormir, acomodando ambos cuerpos en el sofá y terminando de cubrirse con las mantas. Abrazó a Felix, quien lo abrazó de vuelta, y cerró los ojos, cayendo dormido al poco tiempo.
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