Hyunjin estaba sentado en una silla frente a su escritorio, en su cuarto. Estaba escribiendo una canción de la cual había estado pensando todo el día, y quería verterla en papel antes de que se le olvide, así mostrársela a Chan.
La lapicera hacía trazos concisos y rectos, mientras él escribía en el papel. Su pie derecho se mecía de arriba a abajo rápidamente, haciendo visible su nerviosismo. Tenía que terminarla antes de que se le olvide.
Minutos después había terminado la letra, así que, con una sonrisa, se reclinó en su silla para descansar un poco. Lo había conseguido. Había escrito su primera canción entera, él solo.
Una brillante sonrisa apareció en su rostro, la cuán se esfumó cuando oyó la puerta abrirse; pero volvió cuando vio a Felix. Aquel lindo chico que lo volvía loco.
En menor se acercó a Hwang y se sentó en sus piernas para luego abrazarlo y reposar su cabeza en el pecho contrario. Mientras tanto Hyunjin luchaba por que Felix no se dé cuenta de la erección que crecía entre sus pantalones al tener el trasero contrario justo sobre la zona. La mano derecha del mayor acariciaba los cabellos del menor, mientras que este hacía figuras imaginarias en la espalda de Hyunjin.
Algunos besitos empezaron a aparecerse en el cuello del mayor, quien deliraba con cada toque. Las grandes manos de Hyunjin apresaron el redondo trasero de Felix, estrujándolo a su gusto. Lee levantó la cabeza, mirándolo a los ojos, y dejó un corto besito en los labios ajenos.
Después de ese toque los gruesos labios de Hwang apresaron los contrarios. Los movimientos eran salvajes, eróticos, sucios; justo como le gustaba a Felix. Los dientes de Hyunjin apresaron el labio inferior de Felix y lo apretaron suavemente.
Las caderas del menor instintivamente se empezaron a mover, creando cierta fricción entre ambos miembros. Un suave gemido salió de los labios de Hwang en medio del beso, pero no quiso romper aquella unión; solo siguió disfrutando cada centímetro de la cavidad bucal del menor.
La ropa empezaba a estorbar en demasía, por lo que Felix tomó los bordes de la playera de Hyunjin y la fue levantando para sacársela. Lo cual no tardo mucho, dejando descubierto el pecho contrario.
Mientras Felix lo devoraba con la mirada, Hyunjin pasó de acariciar sus caderas a levantar su blusa y hacer lo mismo que el menor hizo con él. Al haberla sacado el su totalidad, la lanzó por el aire y cayó en alguna parte de la habitación.
Los ojos de Hyunjin viajaron desde los huesos de la clavícula del menor hasta sus rojizos pezones y su estrecha cintura; la cual no tardó en acariciar. Las manos más pequeñas apresaron sus mejillas y atrajo su cabeza hacia él, besándolo de nuevo.
Los movimientos pélvicos de Felix, que habían empezado suaves, se volvieron pequeños saltitos sobre el pene del coreano; creando una deliciosa y morbosa fricción entre ambos.
Hyunjin no podía esperar más, su pantalón explotaría si no lo hacía. Así que desabrocho el pantalón de Felix y se lo arrancó, literalmente. Y lo mismo hizo con el suyo. Ahora solo quedaban los bóxers, que desaparecieron gracias a las manos de Hyunjin.
Ahora ambos desnudos sobre la silla volvieron a besarse, mientras Felix creaba esa deliciosa fricción otra vez. Sus miembros rozaban cada tanto y eso sólo los excitaba más.
Los besos que una vez estuvieron en los labios de Felix, descendieron al cuello y las clavículas del mismo. Esta zona empezó a tomar color, desde rojo a morado, gracias a los chupetones y mordidas que dejaba Hwang. Mientras tanto, las manos del coreano bajaron a los glúteos del australiano, elevando su cuerpo y separándolos.
Un dígito se adentró en su entrada, expandiéndola para que luego entre un dedo más, y luego dos más. Quedando así cuatro dedos dentro del menor, el cual los recibió fácilmente y sin esfuerzo o queja.
Ya cuando Hyunjin supo que Felix estaba listo, sacó sus dedos recibiendo una queja por el vacío que dejó. Elevó más el cuerpo de Felix y alineó su pene con la dilatada entrada de Lee.
Ya cuando iba a penetrarlo una alarma sonó, y abrió los ojos.
Estaba empapado de sudor y tenía mucho calor. Sefroto los ojos para despabilarse y miró a la pared. Había sido un sueño, unmaldito sueño. ¿Pero porque se sintió tan real?
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