Yo fui el primero en vestirse, pues no sé que hubiera pasado si hubiese visto, de nuevo, el cuerpo desnudo del enano. En cuanto Jimin estuvo listo, fuimos al aparcamiento. Dudé si tenía que vendarle los ojos o no, pero supuse que no, ya que va a trabajar con nosotros. Supongo que tendrá que saber donde estamos. Quitando el hecho de que mi hermano parece que tiene mucha, o demasiada, confianza en él. No lo culpo tampoco, ya que desde que está aquí, nunca nos ha mentido en nada.
Jimin se asombró cuando vio que yo iba a conducir, mas no dijo nada al respecto. Creo que nunca le dije que sabía conducir, pero tampoco preguntó. Además, que siempre íbamos andando a los sitios. A ambos nos encanta caminar, y a mi me encanta pasear con él. Siempre tiene algo de que hablar, ya sea alguna tontería o alguna cosa algo más seria. Pero siempre me quedaba embobado mientras lo escuchaba. Su tono de voz me tranquiliza, es como si me cantara una nana. Tal vez por eso me dormí en sus piernas aquella vez.
Primero nos dirigimos al centro comercial, para comprar la dichosa cama y un par de juegos de sábanas. Ahí no tardamos mucho, ya que él tenía muy claro lo que le gustaba, por lo que cuando lo encontró, me lo enseñó un poco avergonzado. Era demasiado caro para ser un simple juego de sábanas. Debido a los trabajos que hacíamos, se puede decir que nos va bien. Además que era super tierno ver como miraba aquellas sábanas con un puchero en la cara, pues él no se las podía permitir. Pero yo si. Me brindó una hermosa sonrisa cuando vio como se las quitaba de las manos para meterlas en el carrito, dándole a entender que no había ningún problema. No tenía problema alguno en gastar mi dinero en él, si con eso me va a recompensar con esa hermosa sonrisa otra vez.
En serio. ¿Qué coño me pasa? ¿Lo sabéis? ¿Me estoy muriendo? Yo nunca he hablado así. Jamás. Nunca he pensado en alguien que no sea mi hermano o yo. Nunca he gastado el dinero que he ganado, pues lo ahorro por si algo sale mal, o surge cualquier improvisto. Pero... Era Jimin. Y no sé por que razón, pero con solo eso... Todos los gastos estaban justificados. Estoy seguro de que si ahora mismo me pidiera un Rólex, iríamos directos a la tienda. Sin rechistar.
En cuanto terminamos, fuimos directos a su casa. Durante todo el trayecto, estuvo en silencio. Me parecía un poco extraño en él, pero ese silencio no era para nada incómodo. De hecho, era bastante cómodo. Solo escuchaba su voz cuando me indicaba por donde tenía que girar. Por lo demás, éramos solo él y yo, disfrutando del paseo. Como antes.
Tengo que deciros que no me gustó para nada el barrio donde vivía. Me imaginaba que desde que lo echaron de su casa, no tendría mucho dinero pero... Se notaba desde lejos que ese era un barrio peligroso. El típico barrio donde mi hermano y yo haríamos algún que otro trabajo. Muy peligroso, y más para una persona como él, que solo ha estado rodeado de lujos.
Era un piso pequeño. Las puertas estaban totalmente desgastadas y el ascensor parecía que se iba a caer en cualquier momento. Pero el enano me dijo, entre risas, que eso no iba a ocurrir, que siempre había estado así. Y aunque no me dejó mucho más tranquilo, decidí comportarme como si no me importara. Al menos así, dejó de reírse de mi. Llegamos a su puerta y de debajo del felpudo sacó una llave. Yo estaba flipando, cualquiera podría saber que estaba ahí, y podría entrar a robar. Me explicó que la perdió, probablemente en el secuestro. Y la culpa volvió a aparecer. Tiene mucha facilidad para hacerme sentir culpable...
El piso era una mierda. O sea, no estaba mal, era pequeño, pero estaba hecho una mierda. Muy desordenado. En el sofá había infinidad de comida y envoltorios de snacks vacíos. La cocina estaba llena de platos sucios. Ropa tirada por todas partes. Se excusó diciendo que nunca lo había visto de esa manera. Le creí, pues tenía la misma cara de asombro que yo.
Parecía que no había nadie en casa, pues nadie salió a recibirnos. Pero eso cambió. Estábamos a punto de llegar a su habitación cuando del fondo del pasillo se oyó una voz grabe que decía el nombre del enano. Segundos después apareció un muchacho bastante alto, al menos comparado con Jimin. Se acercó a nosotros vistiendo solo unos vaqueros. ¿El enano vivía con un tipo que se paseaba medio desnudo por su casa? Vale, si. Es su casa, pero también la de Jimin. A menos que...
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KOOKMIN **La venganza**
Romance¿Qué pretendes hacer para llevar a cabo tu plan de venganza? ¿Qué pasará cuando el chico secuestrado está enamorado de su secuestrador? ¿Qué estás dispuesto a hacer para proteger a los tuyos? [Los capítulos los subiré poco a poco... Tenerme pacienci...