Capítulo 5

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Deciros que estaba muy agobiado se quedaba corto. Hablar con mi hermano no me había ayudado en nada. Preferí salir a despejarme. Ya os dije antes, que lo que me hacía falta con urgencia, era un buen polvo. A lo mejor, así dejaría de ver a Jimin tan... Jodidamente follable. Tan apetecible. Podría librarme del deseo de saltar encima de él y desnudarle, hasta dejarlo sin aliento. Me fui a darme una ducha, pues estos pensamientos eran cada vez más seguidos, ignorando los llamados del enano. No sé si os lo preguntáis, pero si, me toqué pensando en él... Otra vez. Salí de la habitación sin hacer caso al enano, que no dejaba de mirarme. ¿Me habrá escuchado? Me da igual. Le dije a mi hermano que no volvería y salí de la base. Era la primera vez que me sentía angustiado allí. Era la primera vez que sentía la necesidad de salir de allí.

Llamé a la única persona que podía ayudarme en momentos como este. A la única persona que sabía como aliviarme sin hacer ninguna pregunta. Iba a su casa, lo hacíamos y ya. Sin ninguna palabra bonita. Sin ningún sentimiento de por medio. Era perfecto. Yugyeom era perfecto para eso.

Lo conocí en un bar. Fui a ese bar por que quería experimentar. Siempre me acosté con mujeres, pero desde hacía un tiempo, me fijaba más en los chicos que en las chicas. Y ya la guinda del pastel, fue cuando mi hermano me dijo que era gay. Me puse a pensar que me podía estar pasando lo mismo. Un día escuché a mi hermano hablar de ese bar, y fui a probar.

El bar estaba a reventar. Lleno de tíos besándose y restregándose entre ellos. Pero eso no me desagradó, para nada. Tardé como unos cinco minutos en llegar a la barra. No exagero, ya que en el camino tuve que apartar a unos cuantos chicos, ya borrachos, que se restregaban conmigo. Pedí una cerveza. Una refrescante cerveza. Miré a mi alrededor, como si estuviese buscando a alguien. Y de repente, lo vi. Estaba sentado en una esquina, con su cerveza casi vacía, mirando su teléfono. Pedí otra cerveza y me acerqué, mostrando mi mejor sonrisa. Desde lejos, me había parecido un chico bastante atractivo, pero de cerca... Era realmente guapo. Al principio se hizo el difícil, pero luego congeniamos bastante bien. De hecho, hoy día, somos buenos amigos.

Me comentó que él estaba allí por la misma razón que yo. Así que le dije que si quería probar conmigo, a lo que me dijo que si. Su casa quedaba bastante cerca, por lo que fuimos caminando, y así, de paso, nos conocíamos un poco más. Teníamos gustos similares en la música y en los vídeo juegos y en cuanto llegué hasta su habitación, pude comprobar que también era un poco friki.

Pasó lo que tenía que pasar. Ambos acabamos sudados y habiendo tenido un orgasmo de la hostia. Comprendí que me gustaban ambos sexos, pero creo que me decantaba más para los hombres. Y el descubrió que su problema con las chicas, era que le gustaban los chicos. Desde entonces, cada vez que lo necesito, lo tengo solo para mi. No estamos en una relación, ni nada parecido. El tampoco quiere nada serio, cosa que agradezco, pues no quiero romper su amistad por causa de estúpidos sentimientos.

Allí estaba yo, tirado en su cama, esperando a que saliera de la ducha, pues lo había pillado dormido aún. Me encontraba solo en ropa interior, sabía que él saldría desnudo, por lo que quise agilizar el trabajo. Segundos después, la puerta del baño se abrió, dejándome ver su torso desnudo, solo envuelto en una toalla. Tragué en seco al ver aquello, se había estado ejercitando, se notaba. Pero incluso así, no me causó la misma sensación que cunando vi a Jimin. No. No puedo pensar en el enano ahora.

Sin decir nada más, se tiró encima de mi y comenzó la acción. La habitación se llenó solo del sonido de nuestras bocas chocándose, jadeos por parte de ambos y algún que otro gemido por su parte. Nunca ha sido un chico al que le guste gritar, le ponía más caliente el aguantar su voz. No tardó mucho en quitarme la prenda que aún llevaba puesta y no me sorprendí cuando pude sentir la calidez de su boca en toda mi hombría.

KOOKMIN **La venganza**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora