KOOKMIN **La venganza**

Capítulo 8

Ya había pasado un mes desde que Taehyung superó la prueba. Desde entonces, prácticamente vivía con nosotros, para así hacerle el seguimiento de sus entrenamientos. Era bastante fácil enseñarle los movimientos. Era tal cual lo recordaba a la hora de aprender. Yoongi siempre estaba presente en los entrenamientos, pero se hacía el que no le importaba ni lo más mínimo lo que estaba sucediendo allí.

Ahora mismo estamos en una clase de cuchillos. Lanzarlos se me daba bastante bien. Mi problema era sobre todo en el cuerpo a cuerpo. Y más sabiendo que era Jungkook al que tenía que derribar. Se me hacía muy difícil derrotarlo cuando corría hacia mi con una sonrisa de infarto. Al final lo que conseguía era que ambos cayésemos al suelo y que Tae se quejara diciéndonos que nos fuéramos a un hotel.

Decidimos parar, pues estábamos muy cansados. Jungkook se pidió primero ir a la ducha, por lo que yo estaba preparando mi ropa para luego. Un sonido extraño me hizo girar mi cabeza hasta el baño, el cual no estaba cerrado completamente. Con paso sigiloso me acerqué a ver si le estaba pasando algo a mi pequeño, pero lo que conseguí con eso fue que mis mejillas comenzaran a arder.

Pude ver con claridad como el agua recorría todo su cuerpo desnudo. Una de sus manos estaba apoyada en la pared. Estaba haciendo bastante fuerza con ella, pues tenía los cinco dedos rígidos, como si quisiera arañar la fría pared. Su cabeza miraba en dirección hacia abajo. Tenía los ojos abiertos, y pude ver como su boca estaba entre abierta. Sus rodillas eran flexionadas cada cierto tiempo, como marcando un ritmo. No pude ver lo que estaba haciendo, pues la mampara tenía una franja más oscura a la altura de la cintura. Pero no tenía que ser muy listo para saber que estaba haciendo. Más aún cuando soltó un gemido ronco a la vez que decía mi nombre.

Mi corazón iba a mil por hora. Le había visto masturbarse y gemir mi nombre cuando llegó al orgasmo. Y lejos de que me diera asco, me puso muy pero que muy caliente. Al ver que cerraba el agua y se disponía a salir, eché a correr para sentarme en la cama y aparentar la mayor normalidad posible. Pero era muy difícil con el corazón latiendo de aquella manera. La puerta del baño se abrió y yo contuve mi respiración cuando me regaló una hermosa sonrisa mientras se secaba el pelo.

-¿Te ocurre algo? -Preguntó seguramente al ver el color de mi rostro-

-No, tengo calor de tanto entrenamiento, voy a darme una ducha -sin más, corrí y cerré la puerta, ignorando los llamados de mi pequeño-

Cuando el agua caliente comenzó a rozar mi piel desnuda, no pude evitar acordarme de lo que acababa de pasar. Y sin darme cuenta, ya estaba masajeando mi miembro con el recuero de Jungkook. Llegando también al orgasmo pero tratando de no ser tan ruidoso como él. Pero la verdad, fue bastante placentero. Tengo que hablar con él sobre esto. No es que lo vea como algo malo. Me dijo que me iba a esperar, y lo ha hecho. Solo ha habido tocamientos y roces desde entonces, pero nada más.

Al salir del baño, me lo encontré en la misma posición en la que estaba yo hace unos minutos, pero sin duda se le veía mucho más relajado que a mi. Nada más posar sus ojos sobre los míos, me derretí. Era imposible no hacerlo cuando me mostraba aquella sonrisa, con la que parecía un tierno y bonito conejito.

-¿Pasa algo? -Pregunté, ya que no era muy inusual verle con esa sonrisa-

-Mi hermano me ha dicho que se ha ido con Tae a celebrar no se qué de un aniversario, o algo así. Seguramente no volverán hasta mañana. ¿Podemos pedir comida?

-¿Me estás pidiendo permiso?

-Bueno, tu eres el encargado de hacer de comer aquí... No quiero hacerte sentir mal porque me apetezca cenar pizza...