KOOKMIN **La venganza**

Capítulo 10

Vi como estaba Jimin. Se le veía bastante afectado por todo lo que había pasado. Y claro, yo me sentía como la mierda, pues era el causante de toda esta mierda. No es que haya pasado nada muy grabe, pero conozco a Jimin lo suficiente como para saber que no está bien. Además, creo que no ha sido muy prudente haberle mandado ese trabajo cuando hace nada estaba mal por lo de su padre. Pero no sabía cuanto tiempo se iba a quedar Zico en la ciudad.

Una vez que dejamos al insufrible atado, me dirigí a mi cuarto a pasos lentos. Podía notar la mirada de Taehyung clavada en mi espalda. ¿Pensará que soy mala persona? Seguro que si. Es cierto que Ji hoo me lo hizo pasar mal, pero ahora estaba todo bien. Es cierto que hoy en día, aun tengo alguna pesadilla por su culpa, pero ahora estaba bien. Es cierto que me hizo querer abandonar este mundo después de lo que me hizo, pero ahora estaba bien. Porque... Lo estaba... ¿Cierto?

Tal vez vosotros penséis que no fue para tanto. Que muchas personas son como él, y el mundo no se ha acabado. Pero todo viene a raíz de mi madre. Y con una de sus últimas enseñanzas.

Mi madre siempre fue, no solo para mi, una mujer increíble. La persona más buena que he conocido nunca. Yo era pequeño, pero sabía distinguir lo que estaba bien, de lo que estaba mal. Y yo podía ver en ella que no había ni una sola pizca de maldad. Siempre la vi como una persona muy inocente.

Siempre estaba con mi hermano y conmigo. Jugando. Llevándonos al colegio. Incluso hizo que recoger todo el desastre que ocasionábamos, fuese de lo más divertido. Mi hermano y yo disfrutamos mucho de su compañía. Mi padre, trabajaba mucho, pero eso no significaba que no pasaba tiempo con nosotros. Siempre buscaba tiempo de donde no tenía para jugar un poco con nosotros.

Mi hermosa madre, cada noche, nos leía un cuento y se quedaba con nosotros hasta que ambos nos quedábamos dormidos. Era una de las personas que más quería en la vida. Recuerdo que un día, mientras mi hermano estaba haciendo la tarea y yo estaba leyendo un libro, escuché unas voces en el salón. No las había escuchado nunca, por lo que no me preocupe demasiado, pero eso no me hizo quedarme ahí. Fui hasta allí un poco temeroso y me encontré a mi madre viendo la televisión. Al sentarme con ella me alarmé, pues se encontraba llorando. Yo sin preguntar ni nada, me lancé a sus brazos para consolarla. No sabía que le había pasado, pero odiaba verla llorar.

Me tranquilicé bastante al escucharla reír. Y cuando me dijo que estaba llorando a causa de la novela, me sentí un poco estúpido. Fue entonces cuando me dio un consejo, el cual apliqué en mi vida, hasta que Ji hoo apareció en ella. Me dijo que el amor era muy valioso. Que no lo gastase en cualquiera. Que tenía que elegir bien a quién dárselo. Pues nunca se sabe que es lo que hará con él.

Como os dije, llevé ese consejo al pie de la letra. Pero Ji hoo apareció. Yo estaba trabajando en ese momento, y la verdad, no estoy muy orgulloso de todo lo que hice. Estaba paseando por un parque, del cual ni me acuerdo del nombre, cuando vi a un chico sentado en un banco y parecía que estaba llorando.

No dudé en acercarme, pues parecía indefenso. Me dijo que su novio lo acaba de dejar. Pero no fue una ruptura normal, pues se lo encontró en la cama con otro. Y ese otro no era nada más y nada menos que su mejor amigo. Fue un palo muy grande para él. Decidí invitarlo a casa a que pasara la noche conmigo. Mi madre también me enseñó que debía ayudar a los más necesitados, y ese chico me lo pareció.

Con el tiempo, nos hicimos muy amigos. El mejor que había tenido desde que tengo uso de memoria. Era una persona que me ayudaba en todo, incluso cuando yo no se lo pedía. Siempre estaba conmigo cuando pasaba malos ratos. Sabía todo mi pasado. Sabía lo de mis padres. Sabía que estaba intentando ahorrar bastante dinero para sacar a mi hermano del orfanato. Lo sabía todo de mi.