Capítulo 11

150 18 2
                                    

Esa mañana me desperté de muy buen ánimo. Lo que comenzó con una pequeña sesión de besos con el enano, acabó siendo uno de los mejores polvos de mi vida. Me dio las energías suficientes como para ir a ver a Zico. Anoche quedamos que el que lo curaría sería Jimin, decía que cuando pequeño tenía un montón de heridas y aprendió a curarlas el solo. Ninguno vimos problema con eso.

El enano me dijo que iba a hacer el desayuno mientras yo me duchaba. Me dijo que tenía que recuperar fuerzas para el trabajo. Es un cielo. Si bien es cierto que no me gusta que hable de esa manera, pues no me gusta que esté llevando esta vida. Pero no nos quedó de otra. Además, que ya hemos comprobado que sirve para esto. Me cabrea que se le de demasiado bien, pero bueno.

Me metí en la ducha y dejé que el agua caliente me destensara los músculos. Entre el ejercicio de los nuevos y el ejercicio que hago con mi enano, me tienen destrozado. No tardé demasiado, pues quería acabar mi turno lo antes posible para poder estar más tiempo con Jimin.

Cuando terminé el rico desayuno, fui directo a donde teníamos al capullo. Vi como se sobresaltaba al escucharme. Ya sabe quién soy, pero es probable que no me recuerde, pues yo era más pequeño cuando me conoció.

Recuerdo perfectamente el amor que se tenían mi hermano y él. Recuerdo la sonrisa que mi hermano siempre le regalaba. Es por eso que el primer golpe con el bate vino sin siquiera mediar palabra. Tenía mucha rabia por dentro. Este hijo de puta ha hecho sufrir a la única familia que me queda. Pero cuando recordé como casi besa a mi Jimin...

Golpe

Golpe

Golpe...


-¡Jungkook! -La voz del enano me hizo volver en mi- Para... Ya es suficiente...

-Pero... Te tocó... A mi hermano...

-¿Recuerdas que hace un momento me has dicho que venga a detenerte porque tu no ibas a ser capaz? Pues ya estoy aquí... Ven conmigo... Míralo... Está desmayado...

-Pero aún no me he quedado a gusto... -Levanté el bate para darle de nuevo-

-¡Kookie! -Los brazos del enano me rodearon, por lo que no tuve otra opción que parar- Ya esta... Ya esta... Tu no lo tienes que matar... Ya está... -Solté el bate. Poco a poco fui perdiendo fuerza. Jimin tuvo que ayudarme a salir de allí, pues yo no era capaz de andar solo-

-No he podido decirle ni una palabra... No sabe porqué he hecho eso... Pero cuando he recordado lo feliz que era mi hermano con él... Comencé a darle golpes... Y cuando recordé lo que intentó hacer contigo... No pude parar...

-Ya está... Ya pasó... Yo me encargaré de decirle todo lo que no has podido tu...

-Dile que es un hijo de puta... Que no se merece si quiera que tu le cures las heridas... Que se merece la peor muerte que se puede imaginar... Que...

-Tranquilo... Tranquilo... Ya se que es lo que le tengo que decir... Ven aquí... mírame... -Hice lo que me dijo. Dejé que acunara mi rostro en sus manos y me perdí en sus ojos. Esos que siempre me miraron con tanto amor- Ya se ha acabado, ahora ve a descansar... Voy a limpiarle las heridas y luego nos vemos en la habitación. Podemos darnos un baño juntos... ¿Si?


[...]


Ya había cogido todo lo necesario para curar las heridas del indeseado. Pero si Taehyung quiere "jugar" con él, tengo que dejarlo lo mejor que pueda. La verdad, es que no me hace mucha gracia ser el cuidador, pero si lo dejamos a su suerte, se morirá antes de tiempo, y no puedo quitarle ese placer a Yoongi Hyung.

KOOKMIN **La venganza**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora