Capítulo 5

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Nunca había ido en solitario a visitar la lápida de mamá, nunca me había atrevido a ir siquiera al cementerio solo. Creo que en este punto necesito hablar con ella, de una forma extraña porque no obtendré una respuesta, pero necesito una salida a todos los sentimientos que he estado guardando en un cajón con candado.

Era temprano, estábamos en el quinto día de marzo, uno de mis meses favoritos porque papá cumplirá años dentro de un par de semanas. Además, la primavera se avecinaba cada vez más rápido y yo estaba contento por ello, no obstante, una parte de mí no se sentía bien y si esa parte no se sentía bien, todo mi yo no podía estar completamente bien.

Aproveché la oportunidad ya que papá había ido a ayudarle a mi tío con su ventilador —al parecer alguien lo había descompuesto — y había dicho que podría tardarse un poco. Salí de casa con un batido en el estómago, el aire fresco de la mañana me golpeó haciéndome estornudar, al principio mis pasos eran lentos, al fin y al cabo sentía que no tenía prisa, pero de repente todo cambió.

Mis pensamientos iban a mil por hora: universidad, mamá, Denna, papá, mis amigos, trabajos pendientes, inseguridad, miedo, amor, tristeza, ilusión, expectativas, vacío, y algo más que no podría decir con exactitud. Verdaderamente no era consciente de que una nube enorme de sentimientos y sensaciones distintas podía llegar al mismo tiempo, un cúmulo de escalofríos me sacudían hasta los huesos.

La bomba de emociones estaba muy próxima a estallar y bien sabía que tenía que permitirlo, el problema era que... no sabía cómo estar listo, ¿Hay una forma de prepararnos para lo desconocido? ¿Hay una forma de anticipar nuestras reacciones? En mi criterio —que ya estaba medio falseando — no lo había, éramos dueños de nuestras actitudes frente a las situaciones pero ¿Qué tal si no en todos los casos?

Alguna vez escuché que somos dueños de nosotros mismos, entiendo esa parte, por el contrario, hablando de nuestra capacidad mental, podríamos no ser tan dueños. Mi mente era en gran parte mi mejor haz bajo la manga, sin embargo, en otras ocasiones era aún mi más grande misterio, podía decirles un millón de cosas a los demás para que creyeran que todo iba a estar bien y al final, cuando el panorama hacía nublar mi camino yo no era capaz a creer demasiado en mis propias palabras, posiblemente porque mi cabeza ya estaba preparado los escenarios más catastróficos antes de que yo me pudiera decir que soy lo suficientemente fuerte para pasar y vencer la niebla que no me permite sentir los cálidos rayos del sol. Todavía no conozco absolutamente todo de mí, a veces llego a pensar que nunca conoceré las partes más recónditas de mi mente y aunque eso podría suponerme un problema, ahora no me preocupa en demasía porque a mi consideración, sigo en constante crecimiento.

Quizá las partes que me faltan las conseguiré más adelante, con más circunstancias, con más personas y con las distintas maneras de admirar el universo. Justamente ahora podría ser una oruga.

Mis piernas me llevaron por el camino, corrí a la velocidad más alta que pude alcanzar. Algunos mechones me estorbaban a la hora de mirar al frente, sí, tal vez un corte me venga bien después. Sostuve la última hoja que mi madre había escrito, la carta que estaba incompleta, no sabía la razón que me orientó a traerla conmigo pero el llevarla entre mis manos me hacía sentir seguro y eso era bueno.

—Buenos días muchacho. —Escuché a mi lado cuando ingresé al sitio.

Yo estaba tan perdido que no me di cuenta de la presencia del cuidador del fosal. Retrocedí un paso y pude observarlo sentado en una clase de banquito mientras recogía algunas hojas secas.

—Buenos, días. —Articulé apenas.

No me había detenido a recuperar el aire y cuando mi voz quiso salir, bien, no salió como normalmente lo hace. Fue entonces que me adentré a los senderos hechos de piedras lisas mientras hacía un par de ejercicios de respiración. Me había sentido bien mientras corría, probablemente, en un futuro no tan remoto, podría comenzar por ese ejercicio.

Cartas de mamá [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora