¿Estás aquí?
Sí, sé que estás aquí, quizá a mi izquierda, tal vez a mi derecha o probablemente en algún paraje del espacio de mi corazón.
Ahora puedo recordar los días después de tu partida, no estaba entendiendo absolutamente nada y eso me traía pensamientos de culpabilidad, las noches ya no eran tan lindas sin tu voz narrándome algún cuento de ficción, las mañanas se sentían huecas sin las guerras de cosquillas mañaneras y sin las risas que salían por tu boca, pronto me di cuenta de que los días no volvieron a ser como antes. Admito que papá tomó tu lugar, pero él también estaba aguantando las ganas de llorar frente a mí, él también necesitaba tiempo para procesar que su alma gemela ya no iba a estar más a su lado.
En medio de la oscuridad fue la luz de la luna la que me cubrió, ese sentimiento se sentía familiar así que pensé que eras tú. Tenía sentido, si te habías ido al cielo tenías un nuevo hogar y la luna podría serlo, su intensidad era suficiente para transmitirme calidez sin dejarme cegado. Recuerdo que por esa razón quise ser astronauta por unos largos años, mi motivación era encontrarte algún día e incluso planeé un discurso para que volvieras conmigo. No tengo la noción del tiempo en el que dejé esa idea atrás y la realidad llegó a mí como un nuevo golpe en la cara.
Sabía perfectamente que ni siquiera yo iba a ser capaz de dar con tu paradero, si es que tenías uno. No obstante, nombré a la luna como mi nuevo refugio y su símbolo ahora me acompaña a todos lados a la altura de mi pecho, me hace sentir invencible frente a todos, tal como tú me decías que era.
Te amo a pesar de que ya no estás en este mundo, siento mucho no haber disfrutado aquellos últimos momentos que tuvimos juntos, lamento no haber intentado ayudarte cuando el coche te atrapó en la acera y aún más, lamento no haberme despedido de ti. No sé cuánta distancia es la que nos separa físicamente pero mi alma se siente en tu compañía y es probable que siga sintiéndose así por el resto de mi vida, yo quiero que se sienta así.
Los obstáculos están frente a mí cada día, cada hora y cada segundo. Puedo ser consciente de que gran parte de la vida me la pasaré escalando y dejando atrás limitaciones y miedos en forma de enormes murallas. Me siento pequeño frente a la majestuosidad del universo, indefenso desde el lugar que ocupa mi cuerpo y vulnerable en muchos aspectos. En un instante de mi pasado logré darme cuenta de que no estoy en donde comencé y fui capaz de otorgarle el valor que ese detalle significaba, espero que en un futuro consiga sentirme en calma a pesar del temor que me invade con el sólo pensar en los posibles fracasos que puedan ocurrir detrás de los intentos.
Me enseñaste demasiado y lo sigues haciendo. Guardaré tu regalo y leeré tus palabras cada que regrese a mi hogar con lágrimas en los ojos o con una vista borrosa de los días siguientes. Seré una persona por la que puedas estar orgullosa, una persona que ama a otras, ayuda a los demás e intenta dar una pizca de diferencia en el corazón de todos nosotros.
Cuidaré de papá hasta su último latido, haré que esté rodeado de amor y que pueda sentir el tuyo.Existen muchas cosas que quisiera decirte, muchas anécdotas que desearía contarte y muchas descripciones que anhelaría narrarte, sin embargo, la hoja está por terminar y bien conoces que puedo tomarme un millón de años para decir algo en específico.
Mamá, gracias.
Me trajiste a este mundo con entusiasmo y te fuiste sin siquiera tener oportunidad de verme crecer, voy a luchar por ti y por todas las personas que dejaron su camino incompleto.
Estoy construyendo mis oportunidades y trabajando en las que tengo justo ahora, el enamorarme de los insignificantes segundos que pueda rescatar de un mundo en penumbras va a ser uno de mis objetivos.Algún día, tal vez en mis sueños, podré ir a la luna y admirar tu rostro de nuevo, mientras eso pase, seguiré soñando despierto.
Atentamente:
Tu pequeño Evans.
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Cartas de mamá [Completa]
Short StoryEvans no tiene demasiados recuerdos de su madre. Había crecido con su padre en un departamento situado en un vecindario en el centro de la cuidad. Vivía feliz, por supuesto, dentro de lo que cabía, por momentos sentía el vacío que sólo podía ocupar...