Epílogo

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Denna bb
Estoy por tomar el vuelo, por fin vamos a vernos en unas horas!

Evy
Sí, te esperaré en el aeropuerto cariño  :3

El avión de Denna estaría por aterrizar en un par de minutos, había pasado tres meses desde la última vez que nos vimos físicamente pues ella había hecho un viaje a Costa Rica para una investigación de su maestría en biotecnología molecular. Estaba realmente emocionado, tanto que olvidé el paquete de chocolates que había comprado para ella.

Las señoras Byrne se encontraban situadas a mis lados mientras miraban atentamente el enorme ventanal del aeropuerto. Ahora era capaz de comprender exactamente la euforia que mi chica experimentó cuando nos reencontramos después del intercambio de mi último semestre. 

Finalmente me había graduado con buenas notas de la carrera de leyes y había pasado por mi mente un estudio posterior, no obstante, debía dejar pasar algún tiempo para que las inscripciones volvieran a estar disponibles y mi bolsillo estuviera lo suficientemente dispuesto para ayudarme.

Mis manos comenzaban a sudar, mi corazón poco a poco aumentaba su ritmo y en realidad esperaba que mi rostro no estuviera mostrando mi nerviosismo combinado con mi sensibilidad y felicidad. Meses antes de que Denna me diera la noticia de su viaje nos habíamos comprometido, mi sorpresa fue inmensa cuando tres días después de aquello ella organizó un pequeño y hermoso convivio en el que también me propuso matrimonio, ambos portábamos una sortija en el dedo anular que nos unía a pesar de los kilómetros que nos separaban.

—Evans, tranquilo... —Escuché la cariñosa voz de mi futura suegra.

—Oh, sí, es sólo que bueno, estoy ansioso por verla. —Hablé con un poco de timidez ya que ese comentario significaba que mi expresión me estaba delatando.

—Es comprensible, ella se encontraba así cuando vino a encontrarte. —Terció la señora Bella con una sonrisa contagiosa en sus labios.

Papá me hubiera acompañado si no fuera por su reciente resfriado, que por cierto, lo había puesto más susceptible a la tristeza. No me gustaba dejarlo solo pero él había insistido en que tenía que venir aquí y usualmente no puedo llevarle la contraria porque nunca hacemos lo que yo propongo. 

Mi percepción del tiempo me decía que habían transcurrido alrededor de veinte minutos cuando logré visualizar a un conjunto de personas saliendo por una puerta de cristal. Bianca alzó nuestro letrero para que Denna pudiera dar con nosotros fácilmente, y así lo hizo.

—¡¡VOLVÍ!! —Gritó para abalanzarse sobre nosotros. 

Su aroma viajó dulcemente por mi nariz y aunque el característico olor del avión se había impregnado ligeramente a ella, pude ser capaz de envolverme con el perfume de frutas tropicales que solía usar. Nuestro abrazo de cuatro duró más de lo que un abrazo normal suele hacerlo y al separarnos, los ojos de mi prometida se hallaban con lágrimas suspendidas luchando por no ceder a deslizarse por sus mejillas.

—Te extrañamos tanto pequeña. —Bella depositó un suave beso en la cabeza de la aludida.

—Yo también, demasiado. —Repasó nuestros rostros uno por uno como si quisiera llenar su memoria de nuestras facciones.

Al cabo de unos segundos nos dirigimos a la salida del lugar. Me aseguré de estar a lado de Denna para sujetar su mano mientras la miraba de soslayo; había cortado su cabellera negra hasta los hombros, sus ojos oscuros brillaban a pesar de las ojeras que se asomaban en sus párpados inferiores, sus labios rosados dibujaban una sonrisa y su piel estaba más dorada a comparación de la última vez que la vi en vivo.

Cartas de mamá [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora