[Y ella odia el sol.
Pero ella no lo odia.
Y él es como el sol.
¿Cómo no podía odiarlo sino odiar el sol si fueran lo mismo?]
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Este fanfic contiene una gran cantidad de temas oscuros, por lo que todo está ba...
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Cuando empezó a nevar, ya a mediados de noviembre, Leevanna estornudó desde su cama.
-No estoy -estornudo- ¡enferma!-se quejó antes de retorcerse en su cama como un capricho antes de estornudar de nuevo haciendo reír a Lhu.
-Estás malditamente ardiendo-dijo la de cabello rizado mientras se cepillaba el cabello. -Y no en el buen sentido esta vez.
-No es tan malo-resopló Leevanna mientras se levantaba de la cama. -¿Ves? Yo puedo...-y se tambaleó, cayendo hacia atrás en su cama.
-Malditas piernas de gelatina- murmuró enojada y Lhu se rió aún más fuerte.
-¿Cómo te enfermaste?-Preguntó la de pelo rizado mientras se abrochaba la falda de la escuela. -Estabas bien hace dos días-Leevanna se miró las uñas fingiendo no saber nada. -Juro por Dios que si todavía vas a nadar al Lago Negro en medio de la noche..
-Solo ... dos veces -murmuró mientras miraba hacia arriba lentamente.-Antes de que se congelara ...
-Y Seguro que entonces fuiste a la biblioteca a leer todavía toda mojada-Lhu puso los ojos en blanco mientras se anudaba la corbata verde.
-Estaba aburrida- suspiró Leevanna. -Y también estaba teniendo pesadillas ... pensé que sería una buena idea relajar mi mente ...- murmuró antes de envolverse y cubrirse con las mantas y convertirse en una pequeña bola bajo la piel sintética de terciopelo, edredón mullido color negro.
-Te he dicho mil veces que puedes despertarme cuando tienes pesadillas- suspiró Lhu mientras se sentaba en la cama de su mejor amiga y colocaba su mano sobre el edredón.
-Lo siento-murmuró bajo las sábanas mientras se hacía más pequeña.-¿Vas a ir a desayunar?- Preguntó descubriendo su rostro para mirarla, Lhu asintió colocando una especie de lápiz labial transparente pero brillante en sus labios. -Bueno ... ya sabes a quién decir que estoy enferma
-¡Buenos días, mis hermosas damas!- la voz de Theodore Nott hizo que las dos muchachas miraran hacia la puerta, que se había abierto abruptamente.
-¿No pudiste romper nuestra puerta?- rió Lhu poniéndose de pie.
-Pides demasiado, cariño- suspiró antes de saltar a la cama de Leevanna haciéndola reír. -¿Y por qué no estás lista?
-Estoy enferma- suspiró antes de estornudar de nuevo.
-Aw ...- dijo Theo con un tono cursi pellizcando una de sus mejillas antes de que ella le diera una palmada en la mano. -¿Has oído eso, rubio? ¡Estornuda como un gatito!
- La escuché desde el pasillo- Draco se rió entre dientes apoyando su espalda en el marco de la puerta y colocando sus manos dentro de sus bolsillos. -Oi, Grindylow, ¿qué te pasó?
-sacó el dedo medio. -Nada que te deba preocupar, oxigenado, estoy enferma, eso es todo- suspiró y luego tosió por el dolor de garganta.
-¡Theo! ¡Tengo frío! ¡Deja de robar mi maldito edredón!
