IV

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Will esperaba cualquier cosa de esa noche, menos eso.

Había querido ir a buscar a Nico, ya que aparentemente  había desaparecido. Reyna le dijo que se encontraba en el lago por alguna razón, pero no había rastros de él por ahí, así que siguió buscando sin éxito. Al volver después de su búsqueda, comenzó el desastre.

Cuando el automóvil rojo de último modelo se estacionó en el patio, supo que algo estaba a punto de pasar. Fuera bueno o malo, eso no lo podía saber hasta llegar allá.

"¡¿Apolo?!" preguntó en voz alta mientras se acercaba a su padre. "¿Qué haces aquí?"

"¡Will!" gritó el dios. "¡Muchacho, ven aquí! Tú y yo tenemos muchas cosas por hablar."

Will se acercó a su padre intentando ignorar los murmuros de los otros chicos en el patio. Vio cómo Ricky, el hijo más pequeño de Apolo en el campamento, se acercaba un poco y tiraba de la camisa del dios. Este último acarició su cabello y se hincó ante el pequeño para darle sus lentes de sol. El niño, de sólo 7 años de edad, tomó los lentes y se los colocó.

"Hijo, ¿No puedo visitar a mi propia familia?"

"No lo has hecho en años," le replicó Will.

"Tal vez," admitió el dios. "Pero he estado al pendiente de ustedes."

"¿Ah sí?" dijo Will incrédulo. "Demuéstramelo."

"En tu cumpleaños, ¿Quién crees que hizo que dejara de nevar para que pudieran ir Nico y tú al parque?"

Will entrecerró los ojos y luego sacudió la cabeza. "Ése no es el punto."

"¿Entonces cuál es?"

"¿Para qué estás aquí? Yo sé que no es para visitar a tu familia."

El dios sacó otros lentes de sol y se los colocó en lugar de los anteriores. "Está bien. ¿Quieres que sea directo con ustedes?"

"Por favor."

"Vine porque tengo una misión para ti."

"¡Lo sabía!" gritó Will al mismo tiempo que apuntaba acusatoriamente a su padre. "¡Nunca vendrías sólo para saludar!"

"Una lástima que tengas esa imagen de mí, hijo," le dijo Apolo con una mirada de tristeza. "Pero puedes pensar lo que quieras. De cualquier manera vengo a encomendarte una misión, y no tienes otra opción mas que ir."

El dios comenzó a caminar hacia la casa grande, donde Quirón lo saludó y lo dejó entrar.

"¡Ahora, Will!" le gritó el dios desde adentro.

Will no tuvo otra opción con todos esos semidioses observandolo mas que seguirlo y entrar tras él.

Una vez dentro, el dios se puso cómodo. Tomó un jugo de una mesa y se sentó en un sofá.

"¿Bueno?" lo llamó Will mientras lo veía relajarse.

"¿Qué?" preguntó Apolo.

"La misión..."

"¡Oh, cierto!" Apolo sacó una hoja de su bolsillo y se la entregó a Will.

Al abrir el papel, Will pudo ver el dibujo de un musculoso hombrecito de palos sosteniendo una lira dorada.

"¿Qué se supone que debo hacer con esto?"

"Es una lira," le dijo Apolo.

"Eso lo puedo ver," le dijo Will. "Mi pregunta es, ¿Por qué?"

Apolo terminó su jugo y lo arrojó a un lado. Volteó hacia Will y su rostro se volvió más serio que nunca. "Alguien la robó."

"¡¿Qué?!" explotó Will.

"Que alguien robó mi lira."

"Te escuché, sólo me pregunto, ¿Cómo es eso posible?"

"Larga historia, poco tiempo para explicar. El punto es que necesito que tú la recuperes."

"Encantado, padre. Nico y yo buscaremos a alguien más qu-"

"No puedes ir con él," lo cortó el dios.

Will se quedó estupefacto por un momento, creyendo que había escuchado erroneamente.

"¿Cómo dices que dijiste?" preguntó Will con la misma expresión.

"No puedes ir con otros semidioses. Mucho menos con él."

"Pero él es mi es-"

"Yo sé quién es para ti, Will. Justo por eso no debes ir con él. Demasiado arriesgado."

"Nunca me dejará ir sólo."

"Entonces que no se de cuenta cuando te vayas."

Will se quedó callado por un buen rato, pensando en lo que el dios le estaba diciendo.

"Lo que te pido es demasiado peligroso, Will. Nunca has visto algo igual."

"He visto a Gea."

"¿Luchaste contra ella?"

De nuevo, silencio.

"Exacto." Apolo se levantó y se puso frente a su hijo. Cualquiera que no supiera mejor diría que Will era el hermano mayor de Apolo. Los años habían hecho que Will creciera más de lo que el dios esperaba, y estaba orgulloso de eso. No muchos de sus hijos habían llegado a esa edad últimamente, así que cada uno de los hermanos de Will lo hacía sonreír al soplar velas de un pastel en su cumpleaños.

"Will," Apolo rodeó al chico con sus brazos. Una escena un poco extraña, pero para ellos era reconfortante. "Sólo quiero evitar tragedias. Créeme cuando te digo que sólo quiero lo mejor para ti."

Se soltaron, pero Apolo siguió acariciando el hombro de su hijo.

"Esperaba que fueras a mi boda," le susurró Will. "Creía que aparecerías ahí. Muy dentro de mí, esperaba verte al menos un momento sentado entre la multitud."

"Lo sé," admitió Apolo. "Y siento mucho no haber ido. Pero lo vi todo, eso sí te lo aseguro. Y estoy muy orgulloso de ti."

La sonrisa de su padre hizo que Will se soltara en lágrimas.

"¿Lloras de alegría?" preguntó Apolo mientras veía a Will sentarse con sus manos cubriendo su rostro. "Esas no parecen lágrimas de alegría. ¿Por qué lloras?"

"Es... por... nada," respondió entre sollozos.

"Will, ni siquiera intentes mentirle a un dios." Apolo se sentó junto a él y puso una mano en su espalda. "¿Qué pasa?"

Will se quedó callado unos segundos y luego negó con la cabeza. "No importa. Sólo... no importa. Iré a la misión, no te preocupes por eso. Recuperaré tu lira."

"Pues..." Apolo no estaba seguro de qué decir. Nunca había sido un buen padre, ahora que lo estaba intentando no estaba seguro de qué hacer. "¿Gracias? Es decir, seguro que lo harás. ¡Eres Will!"

"Así es," concordó Will limpiando sus ojos.

"Bueno, entonces supongo que eso es todo. El oráculo te dirá todo lo que debes saber. Cierra los ojos."

Will sintió una cálida brisa al cerrar sus ojos y supo que su padre se había ido.

En el asiento, junto a su pierna, Will encontró una pulsera bastante simple con un pequeño dije representando un sol. No pudo hacer más que sonreír.

***

N/A:

Hola!

Bueno, sólo quería aclarar que, aunque esta historia esté conectada a las dos anteriores, no tiene por qué ser 100% correcta a comparación de las otras dos. He decidido cambiar algunos datos para poder desarrollar la historia de una mejor manera.

Dicho eso, sólo les deseo un buen día y que disfruten lo que el mundo les ofrece:D

Ave Demigods!

Solangelo - La Vendetta di GhaccioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora