El Deseo De Estar Juntos

Capitulo 4

Amor prohibido... Es otro concepto que se da para esconder una relación.

¿Cual es la diferencia que tiene con los amantes? Respuesta: Es mas que un deseo, mas que querer estar juntos, mas que tomarla de la mano, mas que consolar sus días tristes, mas que un ~te quiero~

Normalmente cuando vemos a una persona engañar a alguien, se nos viene a la mente la palabra "infidelidad" pero ¿Como saber si eso es verdad?

¿Como podemos saber si esa persona en realidad no se siente bien con su pareja actual? Tal vez por eso la engaña, o tal vez por que realmente no la quiere, ambas tienen su probabilidad se ser ciertas, pero ¿Cual es la correcta?

No querían hablar de lo que paso en el día anterior, la pelinegra azabache se sentía algo avergonzada por lo que paso, mientras que el castaño seguía preguntándose si era bueno preguntar que es lo que había pasado.

Se veían durante todo el día de trabajo, y la ausencia de una rubia por la fiebre que tenía no ayudaba, se comportaban cual adolescentes de secundaria tras confesarse a la persona que les gusta, así es, totalmente incómodos y nerviosos ante su presencia.

No entendían el por que se sentían de ese modo, desde que Kiba había empezado a trabajar, casi no hablaban a no ser por asuntos de trabajo, sus vidas privadas ya eran muy aparte, sin contar que Hinata era reservada ante ese aspecto.

Cuando llego el fin de otro día, el castaño ya no aguanto mas sus cuestiones, como suelen decir "la curiosidad mato al gato"

Entro al despacho en donde se encontraba la pelinegra azabache realizando unas cuentas, ella al momento en que lo vio enfrente suyo se quedo paralizada, ¿Que se supone que debía hacer?

Kiba cerro la puerta con seguro, así al menos se aseguraría que ella no escaparía de sus preguntas, necesitaba respuesta si o si.

— ¿Q-que pasa? ¿Kiba?

— Hinata ¿Por que llorabas ayer?

— E-eso es..

— Me importa un bledo si es tu vida privada, o si soy un simple empleado, me importa que estés bien, Hinata dime ¿Que pasa?

~Me importa que estés bien~ ya había sentido algo especial cuando el le dijo que se preocupaba por ella indirectamente, esta vez su corazón se aceleraba, las palabras no salían de su boca, de pronto todo desapareció, no había espacio o tiempo, solo estaba ella y el en ese cuarto.

El silencio reinaba entre ellos, Kiba apretaba sus puños con fuerza, y es que no era para menos, desde que la conoció, siempre pensó que Hinata era una mujer fantástica, además de tener extrema belleza, era amable sin importar de quien se trataba, nunca fue grosera en el poco tiempo que llevo de conocerla.

Cada que la veía, siempre se dijo así mismo "Que suerte tiene su marido" pues bien ella podría ser una esposa perfecta, sabia que todos tenían defectos, pero el no veía alguno en ella, y si los tuviera la seguiría queriendo a pesar de ello.

Por que es así, la empezó a querer, al principio pensó que era simple respeto y admiración de independencia, pero todo eso cambio, la vio de una forma distinta, pensaba en ella de vez en cuando, se imaginaba en sus sueños su sonrisa y su linda forma de expresarse, ella habitaba su mente a cada minuto, hasta que por fin entendió que había quedado cautivado por la belleza de aquella mujer.

Mujer que nunca tendría, y que solo estaría detrás de aquella linea marcando un límite, límite que no debía romper.

— Hinata, nos conocemos muy poco pero agradezco que pudiera saber de tu existencia — le hablo mientras se acercaba a aquel escritorio en donde ella se encontraba sentada en aquella silla — Nunca me había preocupado mucho por nadie, a no ser por mi madre o por mi hermana