Dosis Ideal

Capítulo 21

Arthit's POV

Hace 10 años.

Había pasado 15 días enteros rogándole a mi padre que me dejara ingresar a aquella academia de artes, no es que mis padres fueran limitativos conmigo, creo que solo tenían miedo de que al apasionarme tanto por la música, eligiera alguna profesión relacionada a ella y dejara la corporación de lado, pero no lo haría, me gustaba la música, sí, pero conocía muy bien mis responsabilidades como el primogénito de mi padre, además, me gustaba el trabajo en la corporación; no me quejaba de la vida que tenía.

Tuve que prometerle de muchas maneras que no dejaría de lado mis responsabilidades por la música, que me gustaba cantar, tocar instrumentos y que solo quería mejorar mucho más en ello, tal vez sacar algún título técnico, no era más que una meta personal.

Y aunque me costó mucho, al final, mi padre me había permitido ir a la academia a dejar mi documentación, sí, porque, primero fui a hacer el casting en solitario, no iba a hacer un berrinche en vano, ese no era mi estilo.

Me había vestido mejor que otras veces, pero era inevitable. Estaba emocionado, en mis 18 años de vida esta era la primera vez que hacía algo que realmente había salido por mi propio albedrío. Ingresaría a una Academia de artes para estudiar durante 2 años, me relacionaría con muchas más personas de mi edad y con mis gustos, conocería gente única, claro que sí.

Había ido a dejar los papeles y justo estaba saliendo de la respectiva oficina, cuando una chica pasó corriendo enfrente de mí para detenerse a solo unos cuantos pasos, no era la única, eran varias, alrededor de 25 o 30 personas rodeando a un chico. Supuse que era famoso, esta era la 2da vez que veía algo así, pero contrario al anterior, éste se veía un poco incómodo con la atención.

No le puse mayor atención y aunque me vio, yo solo partí del lugar y regresé a casa con una indescriptible felicidad atiborrando mi cuerpo, en dos semanas comenzaría con las clases, comenzaría a ir por las tardes a aquella Academia y a aprender de los mejores profesores.

Pero nadie me previno de lo tanto que iba a aprender en aquel lugar, no solo de música sino también de actuación, de teatro u otras artes, también tuve mi primer amor, el descubrimiento hacia mi mismo. Tuve por primera vez el valor de hacer una intensa introspección para aceptar que me gustaban los chicos.

Me di cuenta que las mujeres presumiendo frente a mí sus piernas largas, sus escotes, o sus ombligueras para dejar a la luz aquel espacio de piel no me provocaban nada. Que sus miradas hacia mí, sus acercamientos o sus intentos de pedirme mi número de teléfono solo ocasionaban que me pusiera incómodo y provocara que quisiera huir de ellas.

En cambio, que los brazos gruesos de los hombres, los hombros anchos, los pectorales formados, me provocaban más de lo que quisiera aceptar y oh, maldito sea el día que Jin se me acercó con su tonta y amplia sonrisa que me hizo caer como idiota a mis cortos 18 años, cuando no sabía nada de amor, cuando apenas me estaba descubriendo a mí mismo, prácticamente, fue una mala etapa para iniciar mi vida amorosa, pero también muy necesaria.

Los días a su lado eran gratos, divertidos, agradables, pero como ya había escuchado con anterioridad: las cosas deben terminar, no son para siempre. No lo quise creer, no quise creer que mi primer amor terminaría, simplemente no me imaginaba a Jin con alguien que no fuera yo y no me imaginaba a mí con alguien que no fuera él.

El problema aquí fue que cuando cumplí 20 años estaba dispuesto a encarar a mi familia y soltar la bomba: "papá, mamá, Aran, Aris, soy gay", o alguna cosa como esas. No sabía cuál sería su reacción, dentro de mi pecho, le tenía mucha esperanza a mi familia y también tenía la enorme esperanza de recibir un: "no te preocupes, hijo", pero todo se fue para atrás justo una noche antes de mis 20 años. Le había mandado un mensaje a Jin para vernos en nuestro café favorito, pero él tardó tanto que me harté y lo fui a buscar a su departamento. Anteriormente me había dejado una llave para que no tuviera que esperarlo, y lo que vi no fue muy grato. Estaba con una chica, una de las tantas chicas que se le pegaban en la escuela, una de sus tantas "fans" y me sentí tan asqueado, ni siquiera de él, me sentí asqueado de mí. Pensé entonces que, ser mujer hubiera sido mejor, por una me habían engañado, ¿verdad?